Los recientes enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo y los rebeldes del M23 en la región de Kivu del Norte han provocado fuertes reacciones de la sociedad civil, poniendo en duda la estrategia de combate adoptada por el ejército congoleño. De hecho, la sociedad civil se expresó con franqueza, denunciando las fallas en la conducción de las operaciones militares y proponiendo soluciones para revertir la situación actual.
Ante el avance de los rebeldes del M23, la sociedad civil de Kivu del Norte criticó la decisión de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo de entrar en combate sólo en caso de ataque, y abogó por una respuesta más proactiva y la reanudación de los combates generalizados en todos los frentes para contrarrestar el enemigo. También insistió en la necesidad de poner el mando de las operaciones militares bajo la responsabilidad de la 34ª Región Militar, basándose en la experiencia de la derrota del M23 en 2013.
Los llamamientos de la sociedad civil han sido claros y directos, pidiendo una rápida reorganización de las tropas y un despliegue adecuado de soldados bien entrenados y equipados para asegurar las fronteras de la República Democrática del Congo con Ruanda. Además, exigió medidas estrictas contra los oficiales que abandonaron sus posiciones sin luchar, destacando las deficiencias y discrepancias que debilitan la eficacia de las operaciones militares.
Los testimonios comunicados por la sociedad civil indican una presencia extranjera en territorio congoleño, lo que alimenta los temores de una interferencia externa en el conflicto. Los informes indican la instalación de artillería pesada por parte del ejército ruandés en las colinas fronterizas, así como la posible participación de soldados ugandeses en el avance de los rebeldes en territorio congoleño. Estas revelaciones resaltan la urgencia de una respuesta militar firme y unificada para proteger la integridad territorial del país.
En este tenso contexto, la sociedad civil pide solidaridad nacional y la movilización de todos los ciudadanos para apoyar a las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo en su lucha contra elementos del M23. Advierte contra los intentos de desestabilizar a la población por parte de los rebeldes y pide a todos que permanezcan vigilantes y no cedan a la manipulación y provocación del enemigo.
En conclusión, la situación en Kivu del Norte requiere una respuesta decidida y coordinada de las autoridades militares y civiles para contrarrestar la amenaza que representan los rebeldes del M23. Es imperativo actuar con rapidez y eficacia para preservar la seguridad y la estabilidad de la región, mostrando firmeza ante cualquier forma de injerencia extranjera y garantizando la protección de las poblaciones civiles.