Túnez bajo la presidencia de Kais Saied: entre gritos políticos y tumulto económico

Fatshimetria

Desde que el presidente Kais Saied llegó al poder en Túnez, el país sigue sumido en una profunda crisis política y económica. La agitación provocada por su adquisición total en 2021 ha tenido importantes repercusiones en la nación norteafricana. El anuncio de las elecciones presidenciales previstas para el 6 de octubre plantea muchas preguntas sobre el futuro político de Túnez.

Kais Saied, experto en derecho constitucional, estableció un régimen presidencial fuerte mediante reformas controvertidas y la destitución del Primer Ministro y del Parlamento. Este control del poder ha llevado al encarcelamiento de muchos opositores políticos, alimentando un clima de represión y desconfianza.

El establecimiento de una nueva constitución en 2022, aprobada por referéndum, fortaleció el poder ejecutivo del presidente, relegando al Parlamento a un papel simbólico con prerrogativas limitadas. Estos cambios han alterado profundamente el equilibrio de las instituciones en Túnez.

Económicamente, el país enfrenta desafíos considerables. Con una tasa de desempleo del 15% y más de cuatro millones de tunecinos viviendo en la pobreza, la crisis económica se ha intensificado bajo el gobierno de Saied. Los intentos de obtener un préstamo de 2.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional fueron bloqueados debido a la negativa del presidente a implementar las reformas recomendadas.

Al mismo tiempo, la represión contra los medios de comunicación y la sociedad civil ha provocado críticas nacionales e internacionales. Más de 60 periodistas, abogados y opositores políticos han sido procesados, amenazando la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos en Túnez.

A pesar de estas dificultades, hay señales de esperanza. En junio pasado, el Banco Europeo de Inversiones anunció subvenciones y préstamos por valor de 450 millones de euros para apoyar proyectos de infraestructura y pequeñas y medianas empresas en el país. Estas medidas tienen como objetivo estimular la economía y promover el desarrollo económico de Túnez.

Sin embargo, la actual crisis política ha llevado a muchos tunecinos a arriesgar sus vidas intentando cruzar el peligroso Mediterráneo para llegar a Europa en busca de mejores oportunidades. Esta crisis migratoria demuestra los desafíos que enfrenta Túnez y subraya la urgencia de encontrar soluciones duraderas para sacar al país del actual estancamiento político y económico.

En resumen, Túnez bajo la presidencia de Kais Saied está atravesando un período crucial de su historia, marcado por agitaciones políticas y económicas sin precedentes. Las próximas elecciones presidenciales serán una oportunidad para que el pueblo tunecino haga oír su voz y decida el camino a seguir para el futuro de su país.

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