El reciente escándalo de corrupción que involucra a un ministro en Nigeria, examinado en una reunión de un comité parlamentario, ha planteado cuestiones cruciales sobre la gestión de los fondos públicos y la transparencia en el gobierno.
El presidente del comité, Kafilat Ogbara, convocó al ministro para que respondiera a las acusaciones de corrupción, incluida la supuesta malversación de 1.500 millones de naira destinados a pagos a contratistas.
Los contratistas, una vez finalizados sus trabajos, se encontraron en una situación crítica, quejándose de impagos.
La sesión rápidamente derivó en un tenso intercambio, en el que ambas partes se acusaron duramente entre sí.
“¿Lo presupuestado para 2023 por la Contraloría General de Finanzas fue ingresado en la cuenta del Ministerio de la Mujer? ¿Sí o no?”, preguntó Ogbara.
Asimismo, Marie Ebikake, otro miembro del comité, acusó al ministro de excluir al personal del ministerio.
«Afortunadamente, asistí a la última reunión, y una de las razones por las que te pusimos bajo juramento fue para obtener la verdad de ti, y hoy te desviaste…» dijo Ebikake antes de ser interrumpido por Kennedy-Ohanenye.
Enojada por las duras preguntas del comité, la ministra respondió con vehemencia: «Me ofendo. No me gustan estas acusaciones. No soy un servidor de nadie. Ella debe retractarse de esta declaración que hizo sobre mí. No está bien aquí. Es una trampa, pero no voy a caer en ella… ¡nada!”
Ogbara, el presidente del comité, intervino para advertir al ministro que no interrumpiera a un miembro del parlamento. Los intentos de restablecer el orden no tuvieron éxito y el acalorado intercambio continuó durante varios minutos.
Este caso resalta la importancia de la rendición de cuentas y la transparencia en la gestión de fondos públicos, particularmente cuando se trata de dinero destinado a proyectos esenciales para el desarrollo económico y social del país. Es fundamental que los políticos rindan cuentas de sus acciones y que se adopten medidas eficaces para prevenir y combatir la corrupción en todos los niveles de gobernanza.