Construcción de carreteras en Madagascar: entre el progreso y la preservación

Fatshimetrie: Por qué la suspensión de la construcción de carreteras en Madagascar está causando tanta controversia

En el panorama político y medioambiental de Madagascar, se desarrolla un intenso debate en torno a la construcción de la autopista que une Antananarivo con Tamatave. Si bien el proyecto comenzó en diciembre de 2022 con el objetivo de reducir significativamente el tiempo de viaje entre estas dos grandes ciudades, unas cuarenta organizaciones de la sociedad civil solicitaron recientemente la suspensión de las obras, destacando importantes preocupaciones sobre el impacto ambiental y social del proyecto.

Una de las principales críticas de la sociedad civil se refiere al trazado de la carretera, que amenaza con cruzar dos importantes áreas protegidas que contienen alrededor del 10% de los bosques primarios de Madagascar. Este corredor Ankeniheny-Zahamena (CAZ), un verdadero pulmón verde en el este del país, es esencial para la preservación de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades locales que dependen de él. La destrucción de estos preciosos recursos naturales no sólo sería irreversible, sino que también pondría en peligro el equilibrio ecológico de la región.

Al mismo tiempo, surgen preguntas legítimas sobre la transparencia que rodea la gestión y la implementación de este importante proyecto. De hecho, la decisión de confiar los trabajos a la empresa egipcia Samcrete, sin haber convocado licitaciones que respeten las normas de transparencia y competencia, suscita preocupaciones sobre la integridad del proceso. La colosal cantidad de 924 millones de dólares asignada a este proyecto subraya la importancia de una gestión rigurosa y transparente de los fondos públicos, con el fin de garantizar una inversión eficaz y sostenible para el desarrollo del país.

Ante estas críticas e inquietudes legítimas, el Ministerio de Obras Públicas reaccionó afirmando que el trazado final de la carretera aún no era definitivo y que se estaba prestando especial atención a la protección ambiental en todo el trazado. Esta respuesta, aunque tranquilizadora, subraya la necesidad crucial de entablar un diálogo abierto e inclusivo con todas las partes interesadas, en particular la sociedad civil y las comunidades locales afectadas por el proyecto.

El desafío va mucho más allá de la simple construcción de una carretera: se trata de conciliar los imperativos del desarrollo económico con la preservación del medio ambiente y del patrimonio natural de Madagascar. La suspensión temporal de los trabajos permitiría iniciar una reflexión colectiva y transparente sobre las cuestiones ambientales, sociales y económicas vinculadas a este proyecto, con el objetivo final de lograr soluciones sostenibles que respeten los equilibrios ecológicos y humanos..

En conclusión, la controversia en torno a la construcción de la carretera Antananarivo-Tamatave en Madagascar pone de relieve los complejos desafíos que enfrenta el país en su búsqueda del desarrollo sostenible. La movilización de la sociedad civil y las partes interesadas relevantes demuestra la importancia de la participación ciudadana en la toma de decisiones que impactan el futuro de todos. Es imperativo que las autoridades malgaches tengan en cuenta estas preocupaciones legítimas y trabajen por un desarrollo equilibrado y respetuoso con el medio ambiente, para el bienestar de las generaciones presentes y futuras.

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