Una alianza histórica para el desarrollo económico del Congo: las empresas mineras abren su capital a los accionistas nacionales

Fatshimetrie cubrió recientemente un acontecimiento importante del sector minero congoleño. Cuatro empresas del grupo ERG Africa, inicialmente catalogadas como subcontratistas no elegibles, abrieron su capital a siete accionistas congoleños durante una solemne ceremonia de firma de los documentos constitutivos de las empresas en Kolwezi, en la provincia de Lualaba.

Estas empresas, en colaboración con la empresa principal METALKOL, se encontraban entre las nueve entidades sancionadas por la ARSP por incumplimiento de los requisitos de la Ley de Subcontratación. La notable presencia del honorable Miguel Kashal Katemb, director general de ARSP, y Nicolas Treand, presidente y director ejecutivo de ERG Africa, subrayó la importancia de este paso para la economía congoleña.

Durante su discurso, el Director General de la ARSP celebró el cumplimiento de los compromisos asumidos por el Presidente Félix Tshisekedi encaminados a crear oportunidades para los nacionales. Destacó que el acceso de los congoleños a la propiedad empresarial era un elemento clave para reducir la pobreza y promover el desarrollo económico del país.

Se alentó a los nuevos accionistas a actuar responsablemente y ser agentes de cambio para su comunidad. Se destacó el mensaje de colaboración y asociación entre empresas nacionales y extranjeras, señalando así el camino hacia la prosperidad compartida.

La entrega de certificados de registro a las cuatro empresas regularizadas simbolizó un cambio positivo en el panorama económico congoleño. Esta iniciativa permitió corregir errores del pasado y potenciar el potencial de los emprendedores locales.

Nicolas Treand, presidente y director ejecutivo de ERG África, acogió con satisfacción este progreso y subrayó el compromiso del grupo de apoyar el espíritu empresarial congoleño. Destacó la necesidad de trabajar estrechamente con las empresas locales para promover el intercambio de conocimientos y el desarrollo mutuo.

En conclusión, este acontecimiento marca un importante punto de inflexión en la historia económica del Congo. Muestra cómo la colaboración entre actores locales e internacionales puede crear oportunidades y contribuir al surgimiento de una clase media dinámica y próspera. Una lección a seguir para otros sectores y actores económicos para promover un desarrollo inclusivo y sostenible.

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