Barreras militares en la RN1: cuando la seguridad se convierte en extorsión

El tramo de la RN1 que une la ciudad de Kenge con Kinshasa está ahora salpicado de múltiples barreras erigidas por los militares, desplegados para luchar contra la milicia Mobondo en la región. Una tendencia preocupante según el marco de consulta de la sociedad civil de Kwango, que identificó nada menos que diecisiete puntos de control a lo largo de esta arteria vial esencial.

Las barreras militares se transformaron rápidamente en focos de acoso para los viajeros y usuarios de la carretera, obligados a pagar un impuesto de 1.000 FC en cada puesto de control. Symphorien Kwengo, vicepresidente de la sociedad civil de Kwango, denuncia enérgicamente estas prácticas que van más allá del marco de la seguridad para transformarse en un verdadero crimen organizado. De hecho, los viajeros se ven obligados a presentar su credencial de elector y pagar una cantidad fija, lo que crea un obstáculo adicional en su viaje.

Las barreras son especialmente numerosas en lugares estratégicos como la salida de Kenge, el puente Kwango, Kabuba, Mongata, el puente Lufimi y el puente Mai-Ndombe, por nombrar sólo algunos. Face à cette situation, le cadre de concertation de la société civile du Kwango a saisi l’occasion du passage du Vice-Premier Ministre de la Défense à Kenge pour exprimer leur mécontentement et poser des questions sur l’utilisation des recettes générées par ces points de control.

Il est crucial de différencier les barrières légales, telles que celles de la Direction Générale des Recettes du Kwango à Batshongo et le péage du Fond National d’Entretien Routier à Mongata, des barrages improvisés qui perturbent la circulation et entravent la libre circulation des personnes et unos bienes.

Es imperativo poner fin a estas prácticas injustas y abusivas que obstaculizan el comercio y la movilidad de los ciudadanos. La seguridad de los ciudadanos es una prioridad, pero no debe ir a expensas de su libertad de circulación. Es hora de que las autoridades tomen medidas para regular el establecimiento de barreras en las carreteras principales y garantizar que no se conviertan en focos de acoso e incursiones ilegítimas. La armonización de los controles y la transparencia en la gestión de los ingresos de estos puntos de control son esenciales para restaurar la confianza ciudadana y garantizar un clima de seguridad y prosperidad en nuestras carreteras nacionales.

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