Fatshimétrie reveló una cuestión crucial durante su último alegato: la urgencia de limpiar la República Democrática del Congo de minas y artefactos explosivos de guerra. La ONG Acción Congoleña para la Prohibición de las Minas recientemente hizo sonar la alarma y pidió al Gobierno que intensifique sus esfuerzos para eliminar estas amenazas para 2025, particularmente en las zonas de conflicto.
La sensibilización llevada a cabo por esta organización humanitaria en los campos de desplazados, especialmente en Kanyaruchinya, ayudó a poner de relieve la gravedad de la situación. Se desplegaron contundentes mensajes para alertar a la población sobre los peligros que representan las minas: “Erradicar las minas significa salvar vidas”, “Detener el uso, la transferencia y el almacenamiento de minas”. Estos lemas resuenan como una advertencia urgente contra una amenaza silenciosa pero mortal.
Élysée Kabiribiri, responsable de incidencia política de la ONG, destacó el incumplimiento de los compromisos asumidos por la República Democrática del Congo en la Convención de Ottawa sobre la prohibición de las minas. Destacó la falta de apoyo a las víctimas, tanto socioeconómica como psicológicamente. Es esencial que el gobierno actúe rápidamente para cumplir sus promesas y proteger a su pueblo.
Además, el llamado a ratificar la Convención de Oslo sobre la Prohibición de Municiones en Racimo resalta la importancia de fortalecer las medidas de seguridad y desarme. La falta de control sobre las armas contribuye a la inseguridad y alimenta los conflictos que están desgarrando al país. Por lo tanto, es esencial una campaña de remoción de minas selectiva y concertada para limpiar el territorio de amenazas explosivas.
La seguridad y la estabilidad son pilares esenciales para lograr un Congo libre de estos peligros. Al restaurar la autoridad estatal y garantizar la presencia de fuerzas de seguridad eficaces, el gobierno podría iniciar un proceso de desminado que salvaría vidas y devolvería la esperanza a una población marcada por el conflicto.
La campaña de sensibilización impulsada por Acción Congoleña para prohibir las minas es un primer paso para concienciar a todos sobre esta insidiosa amenaza. Al involucrar a escuelas, iglesias, campos de desplazados y a la sociedad civil, es posible movilizar las fuerzas activas del país para actuar colectivamente contra un enemigo común.
La erradicación de las minas y los artefactos explosivos de guerra en la República Democrática del Congo es una misión urgente, pero alcanzable. Al unir fuerzas y concentrar recursos, los actores locales, nacionales e internacionales pueden hacer retroceder esta amenaza mortal y allanar el camino hacia un futuro más seguro para todos.