Fatshimetrie tuvo el privilegio de asistir a un evento muy significativo el 2 de agosto de 2024: el lanzamiento del Día Nacional del Genocidio Congolés para Ganancias Económicas (GENECOST) por parte de la Primera Ministra Judith Suminwa. El lugar elegido para esta ceremonia solemne estuvo lleno de tristeza y recuerdo: el cementerio de Makiso, en Kisangani, donde descansa una familia víctima de este período oscuro de la historia del Congo.
Acompañado por el Gobernador de la Provincia de Tshopo y el Director General de FONAREV, el Primer Ministro fue recibido en este lugar lleno de emociones e historias conmovedoras. Las estelas erigidas en el lugar fueron testigos de las tragedias vividas por tantas personas, víctimas de las guerras que estallaron en suelo congoleño y de las atrocidades cometidas por diversos actores.
La marcha silenciosa y respetuosa, al son del himno a los muertos interpretado por la fanfarria de la Guardia Republicana, condujo a Judith Suminwa ante estas estelas conmemorativas, que representan las vidas perdidas, las familias destruidas y las heridas aún abiertas. Cada uno de ellos llevaba dentro el peso de la historia, el dolor de los sobrevivientes y la esperanza de que finalmente se hiciera justicia.
FONAREV, a través de su acción y compromiso, permitió la creación de este lugar de contemplación, donde las víctimas descansan en paz, donde se escuchan testimonios de una época oscura. El conmovedor encuentro con el único superviviente de la familia Otshudi, testimonio conmovedor de una tragedia familiar, marcó las mentes y los corazones presentes.
La ley del 26 de diciembre de 2022, que protege a las víctimas de violencia sexual vinculada a los conflictos, encuentra aquí todo su significado, recordando a todos la importancia de reconocer y reparar el sufrimiento infligido. Las 93 cruces plantadas en este cementerio nos recuerdan el costo humano de estos conflictos, la necesidad de memoria y justicia.
El Gobierno de la República Democrática del Congo, a través de su Programa de Acción, se compromete a ofrecer mecanismos de reparación a las víctimas, garantías de no repetición para que tales horrores no vuelvan a ocurrir. Judith Suminwa, en su discurso firme y decidido, promete que se hará justicia para todos, que las víctimas nunca más volverán a estar solas.
En este día de conmemoración, el deber de memoria y justicia resuena para todos, llamando a la solidaridad, al reconocimiento del sufrimiento pasado y a la construcción de un futuro más justo y más humano para todos los congoleños. GENECOST, a través de su fuerte simbolismo, recuerda la importancia de nunca olvidar, de afrontar el pasado para construir un futuro mejor.