En el centro del espinoso asunto de las acusaciones de participación de Ucrania en el ataque en Mali el mes pasado, Mali anunció la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Ucrania. Las acusaciones se refieren al apoyo de Kiev a grupos armados que atacaron con una violencia sin precedentes, causando grandes pérdidas a los soldados malienses y a los mercenarios rusos.
El portavoz del gobierno maliense, coronel Abdoulaye Maiga, dijo en un comunicado que la decisión de cortar inmediatamente las relaciones diplomáticas fue motivada por declaraciones de un funcionario ucraniano que insinuaba la participación de su país en la insurrección en Malí.
La agencia de inteligencia militar de Ucrania, a través de su portavoz Andriy Yusov, afirmó que los grupos armados de Mali habían recibido «toda la información necesaria» de Kiev para llevar a cabo el ataque de julio.
Las pérdidas sufridas durante este ataque, en el que rebeldes y yihadistas mataron a decenas de mercenarios de la Compañía Wagner y soldados malienses, han sido descritas como un golpe no visto por el grupo Wagner en años.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania respondió diciendo el lunes que Mali había roto relaciones sin haber llevado a cabo una investigación exhaustiva ni haber presentado pruebas concretas de la participación de Ucrania en el ataque.
Este anuncio de Mali se produce después de otra crítica dirigida a Ucrania por parte del vecino Senegal, acusándolo también de apoyar el ataque de julio.
Durante el fin de semana, las autoridades senegalesas convocaron al embajador de Ucrania, Yurii Pyvovarov, acusándolo de apoyar el ataque en un vídeo ahora eliminado publicado en la cuenta de Facebook de la embajada de Ucrania.
Estas acusaciones contra Kiev se producen en medio de relaciones cada vez más tensas entre Occidente y las naciones del Sahel afectadas por el golpe. Después de las tomas de poder militares en Mali, Burkina Faso y Níger en los últimos años, las juntas expulsaron a las fuerzas francesas y estadounidenses y recurrieron a unidades mercenarias rusas en busca de asistencia de seguridad.
En esta nueva era de agitación política y estratégica, es crucial seguir de cerca la evolución de las relaciones internacionales y sus consecuencias para la estabilidad regional. Las decisiones de cortar las relaciones diplomáticas entre Malí y Ucrania plantean interrogantes sobre las alianzas geopolíticas y los intereses en juego, arrojando una dura luz sobre las tensiones y rivalidades que están surgiendo en el panorama internacional.
La búsqueda de la verdad y la transparencia en tales asuntos es primordial para mantener la paz y la confianza entre las naciones.. La atención puesta en estos acontecimientos resalta los complejos desafíos que enfrenta el mundo y subraya la importancia de una diplomacia vigilante e informada para navegar en las turbias aguas de la política internacional.