Las noticias recientes en Nigeria revelan información fascinante sobre fondos considerables supuestamente utilizados para financiar las recientes protestas contra el hambre. Según el asesor de seguridad nacional, Nuhu Ribadu, en la reunión inaugural del Consejo de Estado presidido por Bola Tinubu, se informó en Abuja, Kano, Kaduna y Katsina de la asombrosa cifra de 50 millones de dólares en criptomonedas, así como 4 mil millones de naira de varios actores políticos. habría sido liberado para apoyar estos movimientos de protesta.
En el centro de esta compleja situación, un ciudadano europeo habría sido identificado como el instigador de los incidentes en los que se exhibieron banderas rusas durante las manifestaciones en Kaduna y Kano. Según ThePunch, las autoridades buscarán pronto al individuo en cuestión, mientras que presuntos cómplices locales ya han sido detenidos en las ciudades de Kano, Abuja y Kaduna.
La NSA reveló que el gobierno logró rastrear el origen de estos fondos, bloqueando cuatro carteras de criptomonedas que contenían 38 millones de dólares en el proceso. También se supo que algunos actores políticos contribuyeron con 4 mil millones de naira al movimiento, alimentando así las protestas.
La reunión del Consejo de Estado, a la que asistieron virtualmente ex presidentes como Goodluck Jonathan y Muhammadu Buhari, así como ex jefes de Estado como Yakubu Gowon y Abdulsalami Abubakar, fue escenario de revelaciones sísmicas. Cabe señalar, sin embargo, la notable ausencia de ex dirigentes como Olusegun Obasanjo e Ibrahim Babangida.
Dele Alake, Ministro de Minas y Metalurgia, destacó después de la reunión el aspecto manipulador de las protestas por el hambre, insinuando que eran un intento de derrocar al gobierno existente. Invitó a los descontentos a esperar hasta 2017 para expresar su voz a través de las urnas, subrayando así la importancia de la estabilidad democrática en el país.
Esta saga financiera, política y de seguridad plantea numerosas preguntas sobre la transparencia del financiamiento de los movimientos de protesta y la posible manipulación de tales eventos con fines políticos. En un país plagado de tensiones sociales y políticas, es imperativo garantizar la integridad de las protestas ciudadanas y asegurar que la democracia siga siendo la base fundamental sobre la que descansa la nación nigeriana.