Comercio entre China y África: dinamismo y desafíos a superar

En un contexto de globalización económica, el comercio entre China y África está en el centro de las preocupaciones económicas globales. Durante los primeros siete meses del año en curso, las estadísticas de la Administración General de Aduanas chinas revelan un desarrollo significativo de estos intercambios, con un aumento del 5,5% respecto al mismo período del año anterior, hasta alcanzar la suma de 166,3 mil millones. Dólares estadounidenses a finales de julio de 2024.

Este crecimiento se explica por una dinámica de importaciones y exportaciones entre China y África. Las importaciones chinas del continente ascendieron a 68.700 millones de dólares, mientras que las exportaciones de productos chinos a los países africanos ascendieron a 97.600 millones de dólares. Es interesante observar que los bienes intermedios representan una parte preponderante de estos intercambios, constituyendo el 68% del valor total del comercio bilateral.

A pesar de la eliminación de los derechos de aduana sobre el 98% de los productos importados de 21 países africanos decidida por las autoridades chinas en 2022, los desequilibrios persisten. De hecho, las exportaciones chinas a África están dominadas por productos terminados como textiles y prendas de vestir, maquinaria y productos electrónicos, mientras que las importaciones africanas desde China se centran principalmente en materias primas como el petróleo crudo, el cobre, el cobalto y el mineral de hierro. Esta observación genera un superávit comercial crónico a favor de China, lo que plantea la cuestión de la sostenibilidad de estos intercambios en el largo plazo.

Las cifras del primer bimestre de 2024 confirman esta tendencia, con un aumento del 13,9% en el comercio entre China y África. Las exportaciones chinas registraron un aumento del 21% respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando los 28.780 millones de dólares, mientras que las importaciones procedentes del continente aumentaron un 4,5% hasta situarse en 18.890 millones de dólares. Estas cifras demuestran la solidez de las relaciones comerciales entre los dos actores, pero también subrayan la necesidad de diversificar el comercio para garantizar la reciprocidad y un crecimiento equilibrado.

En conclusión, el dinamismo del comercio entre China y África es innegable, pero los desequilibrios persisten, lo que pone de relieve la necesidad de una reflexión profunda sobre la naturaleza y la sostenibilidad de estas relaciones. El futuro de estos intercambios depende de una colaboración mutuamente beneficiosa, basada en el respeto a los intereses económicos de ambas partes y la promoción de un crecimiento sostenible e inclusivo.

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