El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) anunció recientemente el cierre del centro de desplazados de Kikumbe, situado en la provincia de Tanganica. La medida es parte de un programa para apoyar soluciones duraderas para los desplazados internos.
La pacificación y la seguridad de la zona, así como el deseo voluntario de muchos desplazados de regresar a sus comunidades de origen, se encuentran entre las principales motivaciones detrás del cierre de este campo. Esta iniciativa de ACNUR demuestra su voluntad de apoyar a las personas desplazadas en un proceso de reintegración y reubicación, garantizando su seguridad y promoviendo su autonomía.
Didier Bakajika, asociado de protección comunitaria de ACNUR, destacó que más de 1.200 hogares se vieron afectados por esta decisión. Entre ellos, 1.063 hogares expresaron su deseo de regresar a sus entornos de vida originales y se beneficiarán de asistencia financiera para su reubicación. Los 213 hogares restantes recibirán un kit de alojamiento para facilitar su integración local.
El sitio para desplazados internos de Kikumbe se estableció en 2017 en respuesta a la intensificación de los conflictos intercomunitarios en la región. Desde entonces, ACNUR ya ha cerrado otros ocho sitios para desplazados internos en la provincia de Tanganica, lo que subraya su compromiso de apoyar soluciones duraderas para las poblaciones desplazadas.
Rose Kalongo, punto focal de ACNUR/Kalemie, destacó que el cierre oficial del campo de desplazados internos de Kikumbe estaba previsto para la próxima semana. Esta decisión marca un nuevo paso en los esfuerzos para apoyar a las personas desplazadas en su transición hacia una vida más estable y segura.
En conclusión, el cierre del sitio para desplazados de Kikumbe en la provincia de Tanganica refleja un enfoque centrado en soluciones duraderas para los desplazados. Al apoyar su reintegración en sus comunidades de origen o su reubicación, ACNUR ayuda a ofrecerles un futuro más estable y seguro.