El campus de la Universidad de Ibadan fue recientemente escenario de una importante protesta nocturna, orquestada por estudiantes que desaprobaban una decisión de la junta directiva. De hecho, la decisión de aumentar las tasas de matrícula fue la gota que colmó el vaso para muchos estudiantes. La ira que se había estado gestando durante días finalmente estalló cuando el presidente del sindicato estudiantil Bolaji Aweda, el vicepresidente Bolutife Aboderin y el secretario Daniel Elemide declararon públicamente su rechazo al aumento de las tarifas.
Esta declaración marcó el inicio de una manifestación pacífica pero decidida que duró desde las 22:20 hasta las 2:00 horas. Los estudiantes expresaron su rechazo categórico a este aumento en las tasas de matrícula y proclamaron que no regresarían a clases hasta que sus demandas fueran atendidas.
Líderes sindicales llamaron a los estudiantes a movilizarse masivamente en las redes sociales utilizando los hashtags #UIFEESMUSTFALL y #SAVEUITES con el fin de presionar a las autoridades universitarias. También exigieron el cierre inmediato del portal de pago de matrículas escolares, y pidieron apoyo financiero para estudiantes necesitados a través de programas como el Fondo de Préstamos para la Educación de Nigeria (NELFUND) y becas que ofrece la universidad.
Por su parte, la junta directiva de la universidad destacó que la decisión de aumentar las tasas de matrícula se tomó en consulta con el Senado universitario y fijó un plazo para el pago de dichas tasas. Se ha informado a los estudiantes que deben finalizar su inscripción antes del 4 de septiembre para poder participar en los exámenes del primer semestre. El ayuntamiento también aclaró que no se concedería ninguna ampliación del plazo y que el portal de pagos se cerraría después de esta fecha.
En conclusión, esta manifestación de estudiantes de la Universidad de Ibadan pone de relieve las crecientes tensiones relacionadas con la cuestión de las tasas de matrícula. También muestra la determinación de los estudiantes de hacer oír su voz y defender sus derechos. Es esencial que las autoridades universitarias y los representantes estudiantiles encuentren puntos en común para resolver esta disputa de manera justa y constructiva.