Las noticias recientes describen una situación tensa en la ciudad de Benin, Nigeria, donde el gobernador Godwin Obaseki ha expresado su preocupación por las acciones policiales desenfrenadas, que podrían desencadenar una crisis en todo el estado, con importantes repercusiones en todo el país.
Durante una reunión con los manifestantes reunidos frente a la casa de gobierno para expresar su descontento con las acciones de la policía, Obaseki dijo: «Un presidente del consejo local también fue arrestado, en connivencia con el partido de la «oposición estatal» para intimidar a los miembros de nuestro partido, el PPD.»
Y añadió: «He oído que el plan es arrestar a tantos cuadros del PPD como sea posible, incluyéndome a mí, si es posible. Esta es una tendencia muy peligrosa y una amenaza real para nuestra democracia».
Una solicitud de intervención de la IGP
Se ha hecho una petición urgente al presidente Bola Tinubu para que intervenga y llame al orden a la policía nigeriana. Obaseki reveló que se puso en contacto con el Inspector General de Policía (IGP) para una intervención urgente.
Expresó su frustración diciendo: «Si el comisionado de policía puede socavar mi autoridad como jefe de seguridad del Estado, entonces no sé cómo detener esto. Se supone que la policía debe proteger a todos los nigerianos, no sólo a algunos de ellos. »
A pesar de la tensión palpable, el gobernador hizo un llamamiento a los miembros del partido y al público para que mantuvieran la calma mientras esperaban el resultado de su reunión prevista con el IGP. Destacando la importancia de una conducta pacífica durante este período, destacó que cualquier escalada en Edo podría tener consecuencias nacionales.
«Edo es un estado muy particular y nadie debería ser considerado responsable si crean una crisis en Edo, que podría escalar y tener repercusiones nacionales. No queremos eso para Nigeria».
Esta delicada situación en la ciudad de Benin plantea cuestiones cruciales sobre la necesidad de mantener la democracia y la buena gobernanza, así como la responsabilidad de las fuerzas del orden en la protección de las libertades fundamentales de todos los ciudadanos. Serán esenciales acciones concertadas y mesuradas para evitar una escalada de tensiones y garantizar la estabilidad tanto a nivel local como nacional.