El Primer Ministro del Reino Unido, Keir Starmer, emitirá una advertencia crucial sobre el estado actual del Servicio Nacional de Salud (NHS) de Gran Bretaña. Según un informe independiente, esta emblemática institución se encuentra en situación crítica y debe sufrir una profunda transformación para asegurar su supervivencia.
Starmer, cuyo Partido Laborista obtuvo una victoria aplastante en julio, anunciará la mayor reforma del NHS desde su creación hace 76 años. La medida se produce tras la publicación de una investigación de 142 páginas que destaca el deterioro de la salud de los británicos durante los últimos 15 años.
El NHS ha caído en mal estado debido a la falta de inversión, reorganizaciones ineficaces y el impacto devastador de la pandemia de coronavirus, según el autor del informe, Lord Ara Darzi, miembro no afiliado de la Cámara de los Lores.
Starmer planea decir: «Lo que necesitamos es el coraje para implementar reformas a largo plazo, una intervención importante en lugar de soluciones temporales. El NHS se encuentra en una encrucijada y debemos elegir cómo responde a estos desafíos. Demandas crecientes».
Hará hincapié en que los británicos no pueden permitirse impuestos más altos para financiar los costos crecientes del envejecimiento de la población, y que la única opción viable es una reforma radical para asegurar el futuro del NHS.
El Partido Laborista de Starmer expulsó a los conservadores del poder prometiendo «arreglar» el NHS, acusando a los conservadores de «romper» la institución durante sus 14 años en el poder.
El informe de Lord Darzi destaca un aumento de los casos de pacientes con varias enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión. También destaca que el Reino Unido tiene tasas de cáncer más altas que otros países y está retrasado en el tratamiento de enfermedades importantes.
Ante listas de espera de 7,6 millones de personas y tiempos de espera que superan las 12 horas en los servicios de urgencia, Starmer prevé tres áreas de reforma en un plan decenal para dar un giro al NHS, orgullo nacional a pesar de sus deficiencias en términos de respuesta a la demanda.
El Primer Ministro prevé un cambio de un sistema de salud analógico a un modelo digital, una descentralización de la atención de los hospitales a las comunidades y un enfoque en la prevención en lugar de la atención curativa.
En un conmovedor discurso, Starmer, cuya madre era enfermera del NHS, argumentará que la escala del cambio previsto podría representar la mayor transformación del NHS desde su fundación.
Su compromiso con una reforma radical del sistema de salud refleja su deseo de reparar el daño causado por los conservadores en varios sectores. Los críticos, sin embargo, acusan a Starmer de exagerar los problemas del país para allanar el camino a futuras subidas de impuestos..
En última instancia, el futuro del NHS depende de la capacidad del Gobierno para tomar decisiones valientes e implementar reformas de gran alcance para garantizar la viabilidad de este pilar vital del Reino Unido.