Crisis interna dentro del PPD de Nigeria: las fracturas amenazan su futuro

El partido político nigeriano PDP atraviesa actualmente un período de crisis interna que pone en peligro sus cimientos. Las tensiones comenzaron hace más de dos años, tras la conclusión de la convención presidencial del partido que nominó a Atiku Abubakar como su candidato para las elecciones de 2023.

La crisis estalló debido al descontento entre algunos miembros del partido, en particular un grupo de cinco gobernadores denominado G-5, que desafiaron el surgimiento de Atiku como candidato debido a sus orígenes del norte. Estos gobernadores decidieron apoyar al candidato del partido gobernante, Bola Tinubu, alegando razones de justicia y equidad para la parte sur del país.

A pesar de la derrota de Atiku ante Tinubu en las elecciones presidenciales, la crisis dentro del PPD aún persiste. Recientemente, el partido creó un Comité de Reconciliación presidido por el ex gobernador del estado de Osun, Olagunsoye Oyinlola, así como un Comité Disciplinario encabezado por el Alto Jefe Tom Ikimi. Estos dos comités tienen la misión de promover la reconciliación entre miembros descontentos y garantizar la unidad y la disciplina dentro del partido.

Sin embargo, días después de la inauguración de estos comités, el exsenador Dino Melaye criticó duramente la dirección del PPD. Dijo que bajo el liderazgo de Damagum, el partido había sido comercializado y privatizado, perdiendo así relevancia en la arena política de Nigeria. Melaye acusó al secretario nacional, Samuel Anyanwu, y al secretario de organización nacional, Umar Bature, a quienes acusó de contribuir a la destrucción del partido.

En reacción a las críticas de Melaye, el presidente nacional del PPD afirmó que el político del estado de Kogi era él mismo responsable de los problemas del partido. El Presidente recordó que Melaye fue el candidato del PPD en las elecciones para gobernador de Kogi el año pasado, pero se negó a votar por sí mismo en las elecciones. Esta actitud se consideró perjudicial para los intereses del partido.

La historia dio un giro cuando el PPD suspendió a Melaye por sus actividades contrarias a los intereses del partido. Esta situación pone de relieve las divisiones y rivalidades internas que amenazan la cohesión y eficacia del PPD, poniendo en duda su futuro y su posición en la escena política nigeriana. Estas luchas internas podrían comprometer la credibilidad y la legitimidad del partido, poniendo en peligro su capacidad para abordar los desafíos políticos actuales de Nigeria.

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