En el siempre cambiante mundo del arte y la creatividad, una disciplina parece destacar cada vez más: la fotografía. En la Academia de Bellas Artes de Kinshasa, la integración del sector de la fotografía se considera un catalizador del cambio social, una ventana abierta a una nueva forma de expresión artística que trasciende los límites tradicionales del arte visual.
Cuando abordamos la fotografía como un arte en sí mismo, nos damos cuenta de cuánto puede impactar a la sociedad y transmitir mensajes contundentes. En una entrevista reciente, Mbafumoya Tchomba stamili Antalya, licenciada en fotografía por la Academia de Bellas Artes de Kinshasa, destaca la importancia de esta disciplina en su enfoque artístico. Ve la fotografía como una herramienta de cambio, capaz de romper barreras y reconstruir poderosas narrativas visuales.
Lo que se desprende de sus palabras es que la fotografía no se limita a captar imágenes, sino que es un medio para transmitir ideas, despertar emociones y desafiar conciencias. Utilizando técnicas variadas como el montaje, el collage y la fotografía documental, Mbafumoya explora temas que le son queridos, destacando aspectos de la identidad y la historia congoleñas.
Es particularmente notable el compromiso de Mbafumoya con las fuentes de identidad en su trabajo fotográfico. Su proyecto de investigación titulado «Mizizi» es una profunda búsqueda de las raíces y los orígenes, un viaje que le permite descubrir y compartir elementos importantes del patrimonio cultural e histórico congoleño. A través de sus fotografías, cuenta historias, plantea preguntas sobre temas sociales y políticos, desafía normas y estereotipos.
Pero más allá de su práctica artística, Mbafumoya también encarna un ejemplo de resiliencia y determinación. Como fotógrafa en un campo a menudo dominado por hombres, desafía expectativas y prejuicios, afirmando el lugar legítimo de las mujeres en el mundo del arte visual. Ella demuestra que la sensibilidad femenina puede combinarse con la fuerza creativa para producir un discurso artístico único e impactante.
Su carrera académica, marcada por ambiciosos proyectos y colaboraciones internacionales, atestigua su compromiso con el arte como vector de transformación social. Su residencia artística en Gabón y su trabajo sobre la tribu Teke ilustran su deseo de crear puentes entre culturas, de promover la unidad y la diversidad a través del objetivo de su cámara.
En última instancia, la fotografía emerge como un arte del cambio social, un medio poderoso para dar voz a los que no la tienen, para documentar realidades a menudo olvidadas, para celebrar la diversidad y la riqueza de las sociedades.. Gracias a artistas comprometidos como Mbafumoya Tchomba stamili Antalya, la fotografía adquiere una nueva dimensión, la de un lenguaje universal que trasciende fronteras y abre horizontes de comprensión y empatía.