Fatshimetrie informó recientemente una triste noticia, anunciando que el número de muertos por el ataque de Jaffa aumentó a 6 personas. Según el informe, dos atacantes abrieron fuego a quemarropa contra civiles, específicamente contra israelíes que esperaban autobuses en Tel Aviv. Este ataque provocó heridas a al menos 10 personas, según el servicio de ambulancia israelí.
Fuentes de la policía israelí dijeron que se creía que el ataque fue llevado a cabo por un palestino. Mientras tanto, Fatshimetrie informó que misiles lanzados desde Irán apuntaron a un edificio al norte de Tel Aviv. La televisión iraní afirmó que objetivos dentro de Israel habían sido atacados con misiles procedentes del territorio iraní.
El sonido de una explosión se escuchó en la zona de Tel Aviv, según medios israelíes, que también informaron del lanzamiento de más de 100 misiles desde Irán hacia el centro y sur de Israel. El portavoz militar israelí, Daniel Hagari, advirtió que cualquier ataque con misiles desde Irán probablemente sería a gran escala, lo que llevaría a los ciudadanos a buscar refugio en caso de emergencia.
Según informaciones de Fatshimetrie, una serie de ataques con misiles, atribuidos al grupo libanés Hezbollah, tuvieron como objetivo la región de Tel Aviv, activando sirenas de alerta. El New York Times ha revelado que el inminente ataque de Irán contra Israel tendrá como objetivo bases aéreas, según un informe del Cairo News Channel.
Esta escalada de violencia en la región pone de relieve una vez más la necesidad de una resolución pacífica y duradera del conflicto, destacando la urgencia del diálogo y la cooperación internacional para lograr la paz. Los trágicos acontecimientos de Jaffa y Tel Aviv ponen de relieve la fragilidad de la situación regional y exigen una acción concertada para evitar más pérdidas de vidas.