En el estado de Ondo (Nigeria), el gobernador Lucky Aiyedatiwa acaba de tomar una decisión histórica en este día tan simbólico de celebración del 64º aniversario de la independencia del país. De hecho, no menos de 117 presos fueron indultados, lo que revela el deseo del gobierno de transformar positivamente las vidas de las personas afectadas por la justicia penal.
La iniciativa, anunciada mediante una declaración del Secretario Jefe de Prensa del Gobernador, Ebenezer Adeniyan, se considera una medida transformadora destinada a reformar los destinos de los beneficiarios. Sigue las recomendaciones del Consejo Asesor sobre la Prerrogativa de Clemencia, lo que refleja un compromiso con la rehabilitación y las segundas oportunidades dentro del sistema de justicia.
Entre los beneficiarios de esta clemencia, 19 presos verán concedida su libertad total, mientras que algunos condenados a muerte verán conmutadas sus penas por cadena perpetua. Además, varios reclusos verán reducidas sus penas, ofreciéndoles así la oportunidad de reintegrarse a la sociedad.
La decisión fue anunciada oficialmente en una declaración firmada por el Dr. Olukayode Ajulo, SAN, Fiscal General del Estado y Comisionado de Justicia, quien también preside el Consejo Asesor sobre la Prerrogativa de Clemencia.
El gobernador Aiyedatiwa firmó las órdenes de liberación el 27 de septiembre de 2024 y los cambios entrarán en vigor el 1 de octubre de 2024, en consonancia con las celebraciones de la independencia del país. Estas acciones del Gobernador están en consonancia con la Sección 212 (1) (2) de la Constitución de 1999 de la República Federal de Nigeria (enmendada).
El Consejo Asesor revisó cuidadosamente cada solicitud, asegurándose de que sus recomendaciones cumplieran con las pautas establecidas y tomaran en consideración diversos factores como la naturaleza de los delitos, la duración del encarcelamiento, la edad, la salud y el comportamiento de los detenidos.
Esta medida compasiva destaca el compromiso del gobernador Aiyedatiwa de descongestionar las instalaciones penitenciarias en el estado de Ondo y es una parte vital de las reformas en curso en el sector judicial. No sólo representa un acto de clemencia, sino que también reafirma la fe en la capacidad de cambio y redención de cada individuo.
En un contexto donde la rehabilitación, la reintegración y la redención son cuestiones primordiales, esta decisión marca un importante paso adelante hacia una justicia más humana, equitativa e inclusiva. Ilustra la visión de un sistema de justicia que otorga una importancia central a la dignidad y el potencial de cada ser humano, promoviendo así valores de empatía, reconciliación y reintegración social.