Invertir en energía solar aislada: un imperativo para el acceso universal a la electricidad
La energía solar aislada representa sin duda una de las áreas clave para garantizar el acceso universal a la electricidad para 2030. Según estimaciones recientes del Programa de Asistencia a la Gestión del Sector Energético (ESMAP) en colaboración con el Banco Mundial y la Asociación Mundial de Iluminación Off-Grid ( GOGLA), se necesitaría una inversión estimada en 21 mil millones de dólares para desbloquear todo el potencial de esta prometedora fuente de energía.
El informe titulado “Informe de tendencias del mercado de energía fuera de la red 2024” destaca el papel crucial de las minirredes solares en el suministro de electricidad a 500 millones de personas en la próxima década. Los expertos destacan que la energía solar aislada no sólo es rentable, sino también esencial para permitir la electrificación del 41% de la población mundial que aún no tiene acceso a la electricidad. De hecho, este sector ya ha demostrado su eficacia al proporcionar el 55% de las nuevas conexiones en el África subsahariana entre 2020 y 2022, una región donde más del 80% de la población sigue sin electricidad.
Ante estas cifras alentadoras, parece esencial actuar rápidamente para apoyar el desarrollo de la energía solar aislada. De lo contrario, existe un gran riesgo de dejar a 660 millones de personas en la oscuridad de aquí a 2030. Esta tecnología ya ha demostrado su potencial, con más de 50 millones de productos solares aislados vendidos en los años 2022 y 2023. El mercado generó así un volumen de negocios de 3.900 millones de dólares en 2022 y 3.800 millones de dólares en 2023, a pesar de los desafíos económicos y monetarios.
Para enfrentar el desafío de la electrificación global, es imperativo que las partes interesadas relevantes se movilicen y se comprometan a realizar inversiones masivas en energía solar fuera de la red. Esta inversión representa una palanca esencial para promover el desarrollo sostenible, reducir las desigualdades y garantizar un acceso equitativo a la electricidad para todos. Es hora de actuar, de concretar los compromisos adquiridos y de transformar los discursos en acciones tangibles para un futuro energético más inclusivo y respetuoso con el medio ambiente.