El festival internacional de jazz “ANGOJAZZ” en Luanda, Angola, cautivó recientemente la atención de los amantes de la música durante cuatro intensos días de embriagadoras melodías y diversidad cultural. Este evento, que reunió a artistas de seis países diferentes, transformó el Palacio de Ferro en un escenario mágico y lugar de aprendizaje, destacando la importancia de transmitir el conocimiento musical a las generaciones futuras.
La edición de este año del festival ANGOJAZZ destacó la formación de los artistas angoleños, destacando así la diversidad y el talento presente en la escena musical local. En un país donde el jazz está en auge, la participación de nuevos artistas fue una señal alentadora para los organizadores y un testimonio de la riqueza cultural de Angola.
Entre los 60 artistas presentes, procedentes en particular de Alemania, Bélgica, Francia, Portugal, Cuba y Venezuela, las actuaciones ofrecieron un verdadero festival de sonidos diversos y cautivadores. Artistas como Gonçalo Marques y Bruno Santo de Portugal, Miguelito de Cuba, Conny Schneider de Alemania, Trio Edith Calas de Francia, Biyewa de Bélgica, Mariana Martínez de Venezuela, así como Dimbu Makiese, Filipe Mukenga y Vladimiro Gonga de Angola compartieron su talentos y pasión por la música con el público angoleño.
La música tiene el poder de unir a las personas y trascender las fronteras culturales, como lo demuestra el entusiasmo del público presente en el festival ANGOJAZZ. Las cautivadoras melodías lograron calmar las almas y deleitar los sentidos de los espectadores, confirmando una vez más que la música es un lenguaje universal capaz de tocar los corazones e inspirar las mentes.
Al honrar al crítico musical local Jerónimo Belo, el festival también destacó la importancia de apreciar y preservar la historia musical local. Esta edición, apoyada por el Ministerio de Cultura, la Embajada de Francia y la Alianza Francesa, entre otros socios, no solo ofreció espectáculos inolvidables sino también talleres y clases magistrales gratuitas, que permitieron a los participantes enriquecer sus conocimientos musicales y fortalecer lazos interculturales.
El festival ANGOJAZZ de Luanda fue mucho más que una simple celebración de la música jazz; Fue un homenaje al arte, la diversidad cultural y la pasión compartida por la música. Este encuentro excepcional entre artistas de todo el mundo y el público angoleño trascendió las fronteras geográficas para crear un momento único e inolvidable, resaltando la belleza y la fuerza de la música como vector de unidad e inspiración para todos.