En el corazón de África Oriental, siete países ribereños del Nilo ratificaron recientemente un acuerdo histórico, conocido como Acuerdo Marco de Cooperación (CFA). Este tratado tiene como objetivo garantizar el uso equitativo y la gestión sostenible del río más largo del mundo.
Varios países río arriba han cuestionado durante mucho tiempo el hecho de que los estados río abajo, Egipto y Sudán, obtuvieron mayores derechos sobre el Nilo a través de acuerdos heredados de la era colonial.
Etiopía, Ruanda, Sudán del Sur, Uganda, Tanzania y la República Democrática del Congo se encuentran entre los siete países que firmaron el CFA, que entró en vigor el domingo 13 de octubre.
El Cairo y Jartum rechazaron este acuerdo.
En un comunicado de prensa publicado el domingo, la Iniciativa de la Cuenca del Nilo (NBI), que reúne a los Estados ribereños, subrayó que el CFA tenía como objetivo corregir los desequilibrios históricos en el acceso a las aguas del Nilo.
“El CFA reconoce las necesidades legítimas de todos los estados de la cuenca del Nilo y nos compromete a compartir equitativamente estas aguas de una manera que promueva el desarrollo sostenible. Este acuerdo encarna la esperanza para el futuro, donde cada país pueda crecer y prosperar sin privar a otros de la misma oportunidad”, dijo el IBN.
El Nilo ha estado durante mucho tiempo en el centro de las tensiones geopolíticas en África Oriental, particularmente entre Egipto y Etiopía.
La fricción aumentó cuando Addis Abeba construyó un gran proyecto hidroeléctrico en el Nilo Azul, que El Cairo calificó como una amenaza a su seguridad hídrica.
Esta iniciativa es un paso importante hacia una cooperación regional fortalecida, esencial para garantizar el acceso equitativo a los recursos hídricos y asegurar el desarrollo sostenible para todos los países involucrados.