La lucha contra la desertificación y la sequía es una cuestión crucial que afecta directamente a las mujeres rurales de todo el mundo. Según un estudio reciente realizado por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en colaboración con la experta mundial en género Lorena Aguilar, está claro que las mujeres están en la primera línea de la degradación de la tierra. Estas mujeres, que producen casi el 80% de los alimentos en los países en desarrollo, a menudo enfrentan un acceso desigual a los derechos sobre la tierra.
El informe recién publicado destaca el papel central de las mujeres en la resiliencia a la sequía. Los estudios de caso de diferentes países, como Perú, India y Kirguistán, demuestran el liderazgo de las mujeres en la implementación de iniciativas innovadoras para combatir la desertificación. Su contribución es esencial para preservar la tierra y garantizar la seguridad alimentaria de las comunidades rurales.
Además, el documento destaca la importancia del papel de las mujeres en los sistemas alimentarios globales. Al brindar a las mujeres un acceso equitativo a los derechos sobre la tierra, no sólo podríamos fortalecer su autonomía económica sino también mejorar la productividad agrícola y reducir la pobreza. Los beneficios económicos potenciales son enormes, tanto para las mujeres como para la sociedad en su conjunto.
En un contexto donde los efectos del cambio climático se sienten cada vez más, es imperativo reconocer y apoyar el papel esencial de las mujeres en la lucha contra la desertificación. Su experiencia, resiliencia y liderazgo son activos valiosos para enfrentar los desafíos ambientales que enfrentamos. Es hora de resaltar las acciones de las mujeres rurales y darles el lugar que les corresponde en la construcción de un futuro sostenible para todos.