El parlamento congoleño está sumido en la agitación tras la revelación de un enorme exceso en el presupuesto de 2023. Los diputados se sorprendieron al saber que se habían superado en la ejecución presupuestaria más de 15 billones de francos congoleños, equivalentes a más de 5 mil millones de dólares.
Esta situación fue puesta de relieve durante el debate general que siguió a la presentación del proyecto de ley de reedición de las cuentas del ejercicio 2023, presentado por el Ministro de Finanzas a la Asamblea Nacional. Los miembros de la oposición parlamentaria señalaron que más de la mitad de los gastos presupuestarios fueron realizados bajo el procedimiento de emergencia por el ex ministro de Finanzas, Nicolas Kazadi. Criticaron duramente estas prácticas, acusándolas de haber fomentado malversaciones a gran escala.
El presidente del grupo parlamentario de la oposición, Christian Mwando Nsimba, pidió la apertura de una investigación parlamentaria sobre los pagos de emergencia efectuados por Nicolas Kazadi, y también pidió un voto de censura contra el Ministro de Presupuesto, Aimé Boji, por supuesta incompetencia. Señaló que una cantidad considerable de deudas internas no certificadas se procesan bajo el procedimiento de emergencia, lo que plantea dudas sobre la transparencia y la gestión financiera del gobierno.
Por su parte, la diputada kabwita de la Unión Sagrada criticó duramente la infraejecución del presupuesto de inversiones, destacando que los recursos financieros se destinan principalmente al consumo corriente de las instituciones públicas, en detrimento de las inversiones necesarias para estimular el crecimiento económico y. reducir la pobreza en el país.
Luego de horas de intenso debate, el proyecto de ley para reemitir las cuentas del ejercicio 2023, así como el presupuesto colectivo para el año 2024, fueron considerados admisibles por la Asamblea Nacional.
Este asunto pone de relieve las principales cuestiones relacionadas con la gestión de los recursos financieros del Estado congoleño y subraya la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en la ejecución presupuestaria. Los actores políticos y la sociedad civil deben permanecer vigilantes y exigir respuestas claras sobre el uso de los fondos públicos, para garantizar una gestión sana y eficaz de las finanzas públicas en la República Democrática del Congo.