En el mundo político, las maniobras entre bastidores nunca dejan de sorprender y generar controversia. Una declaración reciente del grupo CACI revela acusaciones inquietantes sobre el gobernador Simi Fubara. Según el grupo, el gobernador Fubara apoya una campaña para presionar al sistema judicial en detrimento de la justicia. De hecho, los objetivos de esta campaña serían los honorables jueces John Tsoho, Peter Lifu y James Omotosho.
El comunicado, emitido por el líder de la CACI, el príncipe Livinus Itodo, condena enérgicamente las acciones de la Acción Conjunta para la Democracia (JAD), que pidió la destitución de estos jueces. Itodo califica el llamado como un “intento apenas disimulado de socavar la integridad del sistema de justicia”.
Es especialmente preocupante comprobar la implicación del gobernador Fubara en estas maniobras, subraya Itodo. Al promover sus intereses personales a expensas del bienestar de los ciudadanos del estado de Rivers, el gobernador está abusando de su poder para silenciar cualquier forma de oposición.
La CACI advierte que las acusaciones contra los jueces Tsoho, Lifu y Omotosho son infundadas y destaca la falta de pruebas que las respalden. Esta campaña de difamación tiene como objetivo socavar la confianza pública en el sistema de justicia, creando así un caldo de cultivo para la corrupción y la injusticia.
Por lo tanto, la coalición pide al Consejo Judicial Nacional (NJC) que investigue el asunto y proteja el sistema judicial de nuevos ataques. «No debemos permitir que estas tácticas tengan éxito. El poder judicial es una institución sagrada, esencial para nuestro sistema democrático. Su independencia e imparcialidad no son negociables», subraya Itodo.
CACI elogia al poder judicial por su resiliencia y pide a los nigerianos que defiendan firmemente su integridad. En un clima político tenso, es necesaria vigilancia para proteger los pilares de nuestra democracia contra cualquier forma de manipulación y presión injustificada.