Fatshimetrie, 19 de octubre de 2024 – La batata, un cultivo con múltiples y subestimadas virtudes, fue destacada durante una sesión informativa para los agricultores de Kamanyola, en el territorio de Walungu, en Kivu del Sur, en la República Democrática del Congo. Un técnico agrónomo, el Sr. Etienne Ntale, compartió su experiencia sobre los numerosos beneficios nutricionales y para la salud de las batatas, despertando así un gran interés entre los participantes.
De hecho, la batata resulta ser un cultivo rentable y especialmente beneficioso para la salud. Es una fuente importante de vitamina A, ofreciendo más del 200% del aporte nutricional recomendado por 100 g. Los múltiples componentes de este tubérculo lo convierten en un valioso aliado para la salud y el bienestar de las personas. Además de sus cualidades para la salud, la batata se puede convertir en harina, patatas fritas, gachas e incluso sus hojas se pueden utilizar en la fabricación de medicamentos. Un verdadero tesoro de la naturaleza para redescubrir.
Sin embargo, a pesar de sus innegables ventajas, el cultivo de batata todavía no está muy extendido en el grupo Kamanyola. Es por eso que el Sr. Ntale alentó encarecidamente a los agricultores a diversificar sus semillas incluyendo batata en sus cultivos. Esta práctica local reduciría la dependencia de las importaciones y promovería el consumo local y sostenible.
Durante nuestra entrevista exclusiva con el Sr. Etienne Ntale, destacó que las batatas tienen un ciclo de crecimiento rápido y pueden cosecharse en 3 a 6 meses en condiciones favorables. La cantidad producida también depende de la calidad de las semillas utilizadas. Las batatas constituyen una fuente de alimento esencial para muchos hogares y tienen un potencial real en el mercado local.
A pesar del innegable potencial de las batatas, su producción sigue siendo insuficiente en Kamanyola, lo que obliga a los consumidores a importar estos tubérculos de zonas vecinas o incluso de países fronterizos. Sorprende observar que cultivos más tradicionales como maíz, frijol y yuca son los preferidos por los agricultores locales, en detrimento de este cultivo de múltiples beneficios.
Así, el desarrollo de la batata en Kamanyola representa un gran desafío para la seguridad alimentaria y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles en la región. Es imperativo animar a los agricultores a integrar este cultivo en sus explotaciones, para poder beneficiarse de sus numerosas ventajas nutricionales, sanitarias y económicas. La batata, verdadera joya de la tierra, merece ser redescubierta y valorada en toda su extensión.