En el corazón de las majestuosas montañas de la región de Cederberg en Sudáfrica se encuentra la tranquila ciudad de Wupperthal, una verdadera joya enclavada en un paisaje espectacular. Eric van Rooy, residente desde hace mucho tiempo, encarna el espíritu de esta comunidad, ya que dedicó su vida a la ciudad donde creció y evolucionó. A pesar de los desafíos económicos que enfrenta la ciudad, la iniciativa del Programa de Trabajo Comunitario (CWP) proporciona una red de seguridad para un pequeño número de trabajadores, incluido Eric, que están haciendo todo lo posible para mantenerse en este entorno difícil.
La ciudad de Wupperthal, fundada en 1830 como lugar misionero de la Iglesia Morava, está llena de historia y cultura. Sus edificios históricos con techo de paja y su iglesia morava blanca son joyas arquitectónicas que dan testimonio del rico patrimonio de la región. A pesar de los desafíos enfrentados, en particular el devastador incendio de 2018, la comunidad de Wupperthal pudo recuperar y restaurar sus casas y edificios históricos, un testimonio de su resiliencia y determinación.
La vida cotidiana en Wupperthal está marcada por la sencillez y la belleza de la naturaleza que lo rodea. Los residentes, como Kevin Valentyn, enfrentan los peligros de la vida en una región propensa a condiciones climáticas severas, como las inundaciones que recientemente azotaron la ciudad y arrasaron los jardines comunitarios. A pesar de estos desafíos, la comunidad se mantiene unida y optimista, destacando su capacidad para superar la adversidad.
La ciudad en crecimiento está viendo surgir nuevos proyectos de construcción, lo que refleja la población local en constante cambio. Actividades económicas como el cultivo de rooibos y la fabricación de zapatos tradicionales «veldskoene» siguen desempeñando un papel vital en el sustento de los lugareños.
Más allá de los aspectos económicos, Wupperthal es un lugar donde reina un ambiente de seguridad y tranquilidad. Eric van Rooy destaca que la delincuencia es casi inexistente, lo que permite a los residentes disfrutar de la tranquilidad de una vida en armonía con la naturaleza.
A pesar de los desafíos, la ciudad de Wupperthal encarna la resiliencia, la solidaridad y la belleza de la vida en Sudáfrica. Cada día, sus residentes se esfuerzan por preservar su patrimonio cultural y construir un futuro mejor para las generaciones venideras.