Las recientes discusiones dentro de la Liga de Demócratas del Norte, moderadas por el ex Gobernador del Estado de Kano, Ibrahim Shekarau, en la Biblioteca Presidencial Olusegun Obasanjo, revelaron algunas declaraciones sorprendentes del ex Presidente. Obasanjo enfatizó que no era justo juzgar la capacidad de un líder político basándose en las acciones de su origen étnico pasado, y enfatizó que la secesión no era un concepto extraño para la nación nigeriana.
El veterano líder recordó a los presentes la turbulenta historia del intento de secesión del Norte, a través del movimiento «Araba», liderado por miembros de la región Hausa/Fulani. Esta iniciativa histórica, a menudo desconocida para el público en general, puso de relieve el deseo de ciertos grupos del norte del país de romper con la nación.
Obasanjo expresó su dolor por los estereotipos que limitan las ambiciones de las personas en función de su origen étnico. Destacó el ejemplo de su amigo Ahmed Jooda, implicado en el movimiento «Araba», subrayando que cada comunidad de Nigeria ha considerado, en un momento u otro, una forma de secesión.
En un apasionado alegato por la unidad nacional, Obasanjo cuestionó las bases de la exclusión de los igbo de la carrera presidencial. Destacó que ningún grupo étnico puede pretender superioridad moral sobre otros y pidió una visión más inclusiva de la política en Nigeria.
Estas profundas reflexiones del ex presidente sirven como recordatorio de la importancia de un análisis matizado de la historia y la política del país, destacando los continuos desafíos en la construcción de una nación unida y próspera. Aceptar la diversidad cultural y reconocer las aspiraciones legítimas de todos los grupos étnicos de Nigeria son esenciales para construir un futuro armonioso para todos los ciudadanos.