Fatshimetrie, 25 de octubre de 2024.
En Bukavu, al este de la República Democrática del Congo, tuvo lugar un importante acontecimiento que marcó un paso crucial para el futuro de la juventud congoleña. De hecho, 4.000 jóvenes ganadores recibieron kits de reinserción social durante un acto de clausura de una formación enfocada en diferentes profesiones. Esta iniciativa, liderada por el Ministro de Educación provincial, pretende convertir a estos jóvenes en actores del desarrollo y motores de cambio dentro de la sociedad.
La ministra Catherine Cijanga envió un contundente mensaje a los beneficiarios de esta capacitación, invitándolos a hacerse cargo de su futuro y convertirse en actores del progreso dentro de sus comunidades. Destacó la importancia de esta iniciativa que ofrece una alternativa concreta para combatir el desempleo juvenil promoviendo el autoempleo y brindándoles la oportunidad de contribuir activamente al desarrollo de la provincia de Kivu del Sur.
Titulado ‘Proyecto de Resiliencia en la Educación No Formal’, este programa de formación abarcó una amplia gama de sectores, desde la costura hasta la carpintería, la mecánica, la albañilería, la zapatería, pasando por las artes culinarias y el peinado. Esta variada elección de profesiones tiene como objetivo ofrecer a los jóvenes ganadores diversas oportunidades para prosperar profesionalmente y participar en el crecimiento económico de su región.
El Ministro Cijanga no dejó de agradecer a los socios, en particular al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), por su apoyo en la realización de este ambicioso proyecto. Su colaboración permitió poner en marcha una iniciativa concreta y eficaz que beneficiará tanto a los jóvenes ganadores como a toda la comunidad.
Esta formación profesional representa un paso significativo hacia el empoderamiento de los jóvenes y la construcción de un futuro mejor para la juventud congoleña. Al fomentar el espíritu empresarial y promover la educación no formal, este programa abre nuevas perspectivas y fortalece la esperanza de un futuro mejor para todos.
En conclusión, esta iniciativa demuestra la importancia de invertir en la formación y el desarrollo de los jóvenes, que son los verdaderos motores del progreso y la transformación social. Encarna el compromiso del gobierno congoleño y sus socios de ofrecer a los jóvenes las herramientas necesarias para alcanzar su potencial y contribuir positivamente a la sociedad.