La evolución reciente del sector petrolero nigeriano ha estado marcada por una serie de acontecimientos importantes, entre ellos la decisión del Gobierno federal de rechazar la aprobación de la cesión por parte de Shell de sus activos terrestres y de aguas poco profundas a un consorcio local, Renaissance, por un importe de 2,4 mil millones de dólares. Estos colosales activos incluyen aproximadamente 6,73 mil millones de barriles de petróleo crudo y condensado, así como 56,27 billones de pies cúbicos de gas.
La posición del gobierno fue aclarada por el director ejecutivo de la Comisión Reguladora del Petróleo Upstream de Nigeria (NUPRC), Sr. Gbenga Komolafe, al anunciar la decisión. Según él, sólo cuatro de las cinco solicitudes de desinversión han obtenido la aprobación del gobierno, y entre ellas se encuentra la venta de Mobil Protaining Nigeria Unlimited por parte de ExxonMobil a Seplat Energy, que fue aprobada.
Aunque no quedaron claras las razones precisas para bloquear el acuerdo Shell-Renaissance, Komolafe destacó el compromiso del gobierno de garantizar que todas las transacciones cumplan con los estándares regulatorios establecidos bajo la Ley de Protección de la Industria Petrolera.
Se otorgaron decisiones de consentimiento ministerial para las siguientes transacciones: Proyecto Equinor-Odinmim, Agip a Oando, ExxonMobil-Seplat y la venta del 10% de TotalEnergies a Telema Energies. Estas aprobaciones están en línea con los requisitos de la PIA y marcan un hito en la historia de Nigeria en la implementación de un marco regulatorio integral para garantizar procesos de desinversión transparentes en el sector de petróleo y gas del país.
Es innegable que este desarrollo regulatorio sin precedentes contribuye a fortalecer la confianza de los inversores y actores internacionales en el sector petrolero de Nigeria. Esta mayor transparencia y gobernanza rigurosa son elementos esenciales para fomentar el crecimiento sostenible y equilibrado de la industria del petróleo y el gas del país, garantizando al mismo tiempo la protección de los intereses nacionales.
En conclusión, esta decisión del gobierno de rechazar la venta de los activos de Shell a Renaissance, al tiempo que aprueba otras transacciones consistentes con el PIA, demuestra el deseo de las autoridades de garantizar que el sector petrolero de Nigeria opere de acuerdo con los estándares regulatorios más estrictos. Este enfoque es parte de una dinámica de reforma y modernización destinada a garantizar la sostenibilidad y prosperidad a largo plazo de la industria energética del país.