Kinshasa, 6 de noviembre de 2024 – El contundente discurso del presidente Félix Tshisekedi durante los Estados Generales de Justicia en la República Democrática del Congo destacó la urgente necesidad de una justicia honesta y tranquilizadora para el pueblo congoleño. El Jefe de Estado subrayó la importancia de la integridad y el sacrificio de los magistrados para establecer una Justicia justa y equitativa, libre de toda forma de corrupción y compromiso.
El Presidente Tshisekedi recordó a los magistrados congoleños su deber de servir a la nación con competencia, rectitud y respeto por los valores del Estado. Instó al poder judicial a prohibir toda forma de prevaricación, a ser intransigente frente a los antivalores y a demostrar una integridad impecable en el ejercicio de sus funciones.
Al subrayar el papel crucial de la Justicia en la lucha contra la corrupción y la impunidad, el Presidente Tshisekedi pidió una Justicia implacable que no ceda a ninguna presión ni a ningún interés que no sea el de la verdad y el derecho. Recalcó la necesidad de una Justicia que inspire confianza, que tranquilice y que eleve a la nación congoleña.
Más allá de los discursos, el presidente Tshisekedi insistió en la necesidad de acciones concretas para reformar fundamentalmente el sistema judicial congoleño. Pidió que el parlamento se haga cargo de las reformas y que el gobierno movilice los recursos necesarios para garantizar el éxito de estos cambios.
Durante estos encuentros, magistrados, abogados y actores jurídicos de todas las regiones del país tendrán la misión de proponer reformas sensatas destinadas a transformar el sistema judicial congoleño en una institución ejemplar, al servicio de la verdad, la justicia y la equidad.
Al enfatizar la importancia de la integridad, el sacrificio y el compromiso de los actores de la justicia, el Presidente Tshisekedi ha trazado el camino hacia una reforma profunda y necesaria para garantizar un sistema de justicia que cumpla sus misiones y satisfaga las expectativas del pueblo congoleño. El camino aún es largo, pero la esperanza de una Justicia justa y pacífica para todos sigue más viva que nunca.