Un rayo de esperanza ilumina los rostros de los jóvenes agricultores de Botswana, que anhelan un nuevo impulso para el sector agrícola de su país. Entre ellos, Tumelo Mapila, un joven agricultor, simboliza esta nueva generación llena de ambición y determinación.
Desde hace tres años, Tumelo Mapila cultiva hortalizas en un terreno a una hora en coche de la capital, Gaborone. Sin embargo, enfrenta dificultades para vender su producción en mercados fuera de la ciudad y espera que las cosas cambien bajo la nueva administración.
Para él, uno de los mayores desafíos es poder expandir sus operaciones y acceder a nuevos mercados más allá de Gaborone y Botswana. Quiere sobre todo estabilidad, que le garantice precios justos y volúmenes de ventas satisfactorios, facilitando así su planificación y desarrollo.
En las zonas rurales, muchos jóvenes empresarios señalan con el dedo al antiguo Partido Demócrata de Botswana (BDP) por haber relegado la agricultura a un segundo plano. Durante sus 58 años en el poder, la economía se centró principalmente en los diamantes, un sector muy afectado por la caída global de la demanda.
Mapila señala que otros países han podido generar una riqueza considerable para sus ciudadanos a través de la agricultura. Así, el sector agrícola forma ahora parte de sus prioridades, las de su familia, así como las de muchos botsuanos. Las expectativas son grandes, sobre todo teniendo en cuenta la precaria situación del sector de los diamantes.
Aunque Botsuana es uno de los países más ricos del África subsahariana en términos de PIB per cápita, la caída de los ingresos por diamantes ha provocado una revisión a la baja de la previsión de crecimiento económico para 2024, fijada en el 1%.
La economía estuvo en el centro de la campaña electoral que precedió a las recientes elecciones ganadas por la coalición Oposición por el Cambio Democrático encabezada por la Duma Boko. Los analistas señalan que el nuevo presidente no sólo tendrá que diversificar la economía, sino también alentar a las instituciones financieras a invertir en el sector agrícola.
El sector agrícola sigue estando infrafinanciado debido a cierta reticencia de los bancos a invertir en él, probablemente porque no lo consideran suficientemente rentable. Para revertir esta tendencia, es crucial repensar las estrategias para atraer inversiones bancarias en agricultura.
Por tanto, Botswana debe centrar su atención en otros sectores económicos para reactivar su crecimiento. Los jóvenes empresarios agrícolas encarnan la esperanza de una renovación, de una profunda transformación del panorama económico de Botswana, hacia un futuro más prometedor y sostenible.