En este momento crucial en el que las cuestiones climáticas son más apremiantes que nunca, el mundo entero está recurriendo a la cumbre sobre cambio climático COP29 que se celebrará en Bakú. Mientras todos los ojos están puestos en este gran evento, surge una pregunta fundamental: ¿cómo podemos alcanzar un acuerdo global ambicioso sobre la financiación de la adaptación al cambio climático?
Teniendo esto en cuenta, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas está pidiendo a los líderes mundiales que acuerden un ambicioso objetivo financiero global para la adaptación. El Nuevo Objetivo Cuantificado General (NOQG) es uno de los principales temas de la agenda, y el FIDA enfatiza que ayudar a los pequeños agricultores a adaptarse al cambio climático debe ser una parte integral de ella.
Según Álvaro Lario, presidente del FIDA, se trata esencialmente de definir cuánto deben contribuir los países más ricos para apoyar a los países en desarrollo frente al cambio climático. También destaca la importancia de incluir un objetivo específico para la adaptación, dando prioridad a las necesidades de los pequeños agricultores.
Las granjas a pequeña escala en todo el mundo son la base de nuestros sistemas alimentarios globales, pero son las más afectadas por el cambio climático. Son los más vulnerables y los menos favorecidos. Invertir en estos pequeños agricultores es un requisito previo si queremos garantizar la seguridad alimentaria mundial.
En África, los países han contribuido poco a las causas del cambio climático, pero están sufriendo las mayores consecuencias. Los líderes africanos han pedido durante mucho tiempo un mayor financiamiento para la mitigación y la adaptación para ayudar a financiar el cambio en el continente. La agricultura en África depende en gran medida de las precipitaciones y se ve muy afectada por fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático.
Zimbabwe está experimentando su peor sequía en más de 40 años, pero gracias a un proyecto de riego financiado por el FIDA, los agricultores todavía pueden cultivar algunos cultivos. Esto demuestra la importancia crucial de invertir en adaptación al cambio climático para garantizar la seguridad alimentaria de las poblaciones más vulnerables.
En otras partes del mundo, el FIDA financia proyectos que apoyan la adaptación climática para ayudar a los pequeños agricultores a producir más alimentos. Negociadores y activistas climáticos de todo el mundo se reunirán en Bakú, la capital de Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre para discutir estos temas cruciales.
Entonces, a medida que se acerca la cumbre COP29, es imperativo que los líderes mundiales se comprometan a apoyar financieramente a los países en desarrollo en su lucha contra el cambio climático.. Es hora de adoptar medidas concertadas y urgentes para proteger nuestro planeta y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.