En la histórica cumbre celebrada en Riad surgió una iniciativa sin precedentes en las discusiones de los líderes árabes e islámicos: la suspensión de la membresía de Israel en las Naciones Unidas. Esta propuesta sigue a la escalada de violencia actual en Gaza y el Líbano, y demuestra la fuerte determinación de los países de la región de intensificar la presión internacional para poner fin a estos conflictos devastadores.
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, subrayó la importancia crucial de este enfoque destinado a congelar la membresía de Israel en la ONU. Lo llamó un “paso importante” hacia la resolución de agravios persistentes. «Hay un párrafo en este texto que considero muy importante y vital, un párrafo que habla de recurrir a la Asamblea General para congelar la membresía de Israel», dijo Aboul Gheit. Señaló que la admisión inicial de Israel a la ONU en 1949 se hizo bajo la Resolución 181, una decisión que muchos ahora creen que se debió a una reevaluación.
Aboul Gheit dijo que confiaba en el apoyo de una amplia coalición de países a esta iniciativa. «Hoy en día, el Grupo Islámico y el Grupo Árabe son dos organizaciones que se dirigen a la comunidad internacional y estoy convencido de que hay muchos países que apoyarán la idea de suspender la membresía», añadió.
La cumbre de Riad reunió a líderes de todo el mundo árabe e islámico con el objetivo de encontrar un camino hacia la reducción de la tensión, promover la paz y detener el ciclo de violencia. El ministro de Asuntos Exteriores saudí, el príncipe Faisal bin Farhan, reafirmó el compromiso colectivo de buscar una solución diplomática. En una rueda de prensa posterior a la cumbre, subrayó la importancia de responsabilizar a la comunidad internacional por su respuesta al conflicto: «No debemos permitir que la comunidad internacional intente ignorar los crímenes israelíes y se centre en cuestiones no esenciales y trate de justificar silencio de ninguna manera.»
La declaración final de la cumbre instó a los países de todo el mundo a cesar todas las exportaciones o transferencias de armas y municiones a Israel. También respaldó una iniciativa liderada por Turquía, apoyada por 18 países importantes y firmada por 52 naciones, con el apoyo de la Organización de Cooperación Islámica y la Liga Árabe. La iniciativa tiene como objetivo presionar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y otras entidades internacionales para que pongan fin al flujo de armas a Israel y pide el respaldo mundial de la resolución.
Esta decisión adoptada por los líderes árabes e islámicos en la cumbre de Riad marca un punto de inflexión crucial en la diplomacia internacional frente a las crisis que azotan a Oriente Medio.. Refleja la determinación de las naciones de la región de actuar con decisión para poner fin al conflicto y preservar la paz en la región.