Las manos extendidas se estrechan, la amistad se fortalece, los objetivos comunes toman forma. El presidente francés Emmanuel Macron y su homólogo chileno Gabriel Boric recientemente fueron noticia al reunirse en Valparaíso, Chile, para sellar una alianza ambiental audaz y esperanzadora.
Durante este emblemático encuentro, los dos Jefes de Estado lanzaron conjuntamente el “Llamamiento de Valparaíso”. Un llamado de crucial importancia, destinado a movilizar a las naciones de todo el mundo para la preservación de nuestros océanos, nuestra biodiversidad y todo nuestro planeta. De hecho, es en Niza, Francia, donde próximamente se celebrará la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC 3), una importante reunión para decidir las acciones a tomar ante el inexorable aumento del nivel del agua y la amenaza creciente del cambio climático.
Este pacto histórico entre Francia y Chile tiene como objetivo combatir la pesca ilegal, promover la descarbonización de nuestras economías impulsando el establecimiento de corredores marítimos verdes y ampliar la creación de áreas marinas protegidas.
Uno de los principales temas planteados durante este encuentro fue la necesidad de ratificar un acuerdo internacional vinculante para detener la contaminación plástica, consolidando así el compromiso de los dos países con la protección del medio ambiente y la biodiversidad marina.
Es fundamental subrayar que Francia y Chile se comprometen a trabajar estrechamente para animar a otras naciones a ratificar el Tratado sobre la Biodiversidad de Alta Mar, un texto crucial para preservar estos territorios marítimos que escapan a cualquier jurisdicción nacional.
Esta reunión entre el presidente Macron y su homólogo chileno demuestra el deseo común de estos dos países de desempeñar un papel de liderazgo en la protección de nuestros océanos y nuestro medio ambiente planetario. Esta alianza histórica genera nuevas esperanzas para nuestro futuro común y nos recuerda que la cooperación internacional es esencial para enfrentar los desafíos ambientales que enfrentamos.
En conclusión, el “Llamado de Valparaíso” ilustra la urgente necesidad de actuar juntos para preservar nuestro planeta y garantizar un futuro viable para las generaciones futuras. Esta alianza franco-chilena constituye un ejemplo inspirador de cooperación y compromiso por un futuro más sostenible y respetuoso con nuestro medio ambiente.