Fatshimetrie: Las cuestiones cruciales en las negociaciones sobre el plástico tras una decepcionante COP29
El final de la COP29 dejó un sabor amargo en la boca de los defensores del medio ambiente y de los países en desarrollo. Se alcanzó un acuerdo insatisfactorio, con sólo 300 mil millones de dólares en ayuda anual prometidos por los países ricos, muy por debajo de las expectativas de los países en desarrollo que exigieron 1 billón de dólares. Este fracaso se hace eco del de la COP16 sobre biodiversidad, creando un sentimiento de pesimismo respecto a los compromisos concretos de las naciones para salvar el planeta.
Mientras las mentes todavía están marcadas por esta decepción, el mundo ahora se dirige a Busan, donde comienzan las negociaciones finales sobre el plástico. Se avecina una semana crucial, en la que representantes de países de todo el mundo tendrán que trabajar duro para alcanzar un tratado internacional para “poner fin a la contaminación plástica”. Hay mucho en juego, tanto para el medio ambiente como para las sociedades humanas que dependen de la salud de los ecosistemas.
La cuestión del plástico se ha convertido en un auténtico desafío global, con consecuencias desastrosas para los océanos, la fauna y la flora. Cada año, se vierten millones de toneladas de plástico en ríos y océanos, contaminando permanentemente nuestro medio ambiente. Es urgente actuar y poner en marcha medidas concretas para limitar el uso de plástico de un solo uso y promover el reciclaje y la reutilización de materiales.
Por tanto, las negociaciones de Busan prometen ser cruciales para el futuro de nuestro planeta. Es imperativo que los diferentes países logren ponerse de acuerdo sobre medidas ambiciosas y vinculantes para combatir eficazmente la contaminación plástica. No se trata sólo de una cuestión medioambiental, sino de una cuestión de supervivencia para las generaciones futuras.
Los ciudadanos de todo el mundo deben movilizarse y presionar a sus gobiernos para que asuman compromisos firmes con la protección del medio ambiente. Es hora de actuar juntos para preservar nuestro planeta y garantizar un futuro sostenible para todos. Las negociaciones sobre el plástico en Busan marcarán un punto de inflexión decisivo en la lucha contra la contaminación plástica: depende de nosotros aprovechar esta oportunidad para cambiar fundamentalmente las cosas y construir un futuro más respetuoso de la naturaleza y sus recursos.