### Resiliencia económica en África sub -sahariana: un futuro para construir
La economía del África subsahariana muestra signos alentadores de resiliencia de acuerdo con el último informe del Banco Mundial, «Pulso de África». El pronóstico de crecimiento que alcanza el 3,5 % en 2025, seguido de un aumento del 4.3 % en 2027, es sin duda un indicador positivo en un contexto global a menudo turbulento. Esta dinámica es llevada a cabo por el creciente consumo privado y el renacimiento de la inversión, en paralelo con una disminución de la inflación. De hecho, debería caer del 7.1 % en 2023 a 4.5 % en 2024, una señal particularmente tranquilizadora para ahorros en la agarre de la volatilidad.
Sin embargo, el optimismo debe compararse con los desafíos persistentes que atacan a la región. El estancamiento del ingreso real per cápita, que se espera que permanezca un 2 % por debajo de los niveles de 2015 para 2025, ilustra la lentitud del progreso económico frente a la presión de las políticas públicas destinadas a reducir la pobreza. Es esencial cuestionar por qué ciertos países, especialmente aquellos confrontados con conflictos internos o dependencia excesiva de los recursos naturales, continúan viendo su crecimiento pisotear, mientras que otros países, con economías más diversas, parecen ser un mejor dibujo en el juego.
El tema de la creación de empleo también es fundamental en esta tabla compleja. África tiene una juventud dinámica y creciente, cuyas necesidades de empleo permanecen en gran medida insatisfechas. La capacidad de las economías para generar suficientes empleos para esta población se convierte en una cuestión crucial no solo para la estabilidad económica, sino también para la paz social.
### Reformas y gobernanza: un llamado a la acción
En este contexto, las recomendaciones del Banco Mundial se relacionan con un peso de responsabilidad. La promoción de reformas urgentes destinadas a mejorar la gobernanza, estimular la inversión privada y ampliar el acceso a los servicios esenciales son etapas clave. Pero, ¿qué implica realmente mejorar la gobernanza para los países de la región? Esto requiere un enfoque inclusivo que involucre a diferentes actores, desde gobiernos hasta ciudadanos, incluida la sociedad civil.
Además, este desarrollo no puede hacerse sin especial atención a la educación, un pilar esencial en la construcción de un futuro duradero. ¿Cómo se pueden ajustar los sistemas educativos para satisfacer las necesidades de una economía de cambio rápido, al tiempo que preparan a los jóvenes para los empleos que aún se crean?
### El área de libre comercio: un potencial para explotar
La implementación del área continental de libre comercio africano (AFCFTA) se presenta como una estrategia potencial para multiplicar los intercambios, diversificar las economías y crear empleos. Sin embargo, surgen preguntas sobre la forma de garantizar una participación equitativa en esta iniciativa. ¿Cómo podemos asegurarnos de que los países menos desarrollados de la región realmente puedan beneficiarse de esta integración comercial, sin encontrar desventajas estructurales?
### Conclusión: un camino cubierto de dificultades, pero prometedor
Los pronósticos de crecimiento para el África subsahariana revelan una trayectoria alentadora, pero la sombra de los desafíos estructurales aún cuelga. La lentitud de la reducción de la pobreza, la ineficacia en la creación de empleos y la dependencia de las economías no diversas piden problemas centrales que los gobiernos, los actores económicos y la comunidad internacional deben abordar colectivamente.
El objetivo no es simplemente lograr indicadores de crecimiento, sino garantizar un desarrollo inclusivo que beneficie a todos. Como señala el informe del Banco Mundial, el tiempo es para la acción. ¿Qué compromisos concretos podemos esperar de los gobiernos y los actores privados transformar esta resiliencia en oportunidades tangibles para el pueblo africano? Es esta pregunta fundamental que cada uno de nosotros debe encontrar respuestas.