Níger tomó recientemente una decisión importante al firmar un decreto destinado a revocar una controvertida ley que data de 2015. Esta ley se puso en vigor con el objetivo de frenar el tráfico de migrantes que transitan por el país para llegar a Europa, a través de una ruta migratoria clave. Esta decisión fue anunciada por el jefe de la junta gobernante, el general Abdourahmane Tchiani, en un decreto del 25 de noviembre.
Según este decreto, todas las condenas dictadas en virtud de esta ley serán anuladas. El secretario general del Ministerio de Justicia, Ibrahim Jean Etienne, aclaró en una circular que todas las personas condenadas en virtud de esta ley serían consideradas para una posible liberación.
La región de Agadez en Níger es una puerta de entrada de África occidental al Sahara y ha desempeñado un papel importante tanto para los africanos que intentan llegar a Europa a través de Libia y el Mediterráneo como para aquellos que regresan a casa con la ayuda de las Naciones Unidas. Desafortunadamente, la popularidad de esta ruta también la ha convertido en una fuente de ingresos para los contrabandistas.
La ley de 2015, desarrollada en colaboración entre el gobierno de Níger y la Unión Europea, tenía como objetivo detener el flujo estimado en 4.000 inmigrantes indocumentados por semana. Esta ley permitía a las fuerzas de seguridad y a los tribunales procesar a los contrabandistas, que se enfrentaban a hasta cinco años de prisión si eran declarados culpables.
Aunque esta ley ha transformado a Níger en un centro de migración, albergando a miles de migrantes que regresan a sus países, la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas también ha destacado que ha llevado a los migrantes a tomar prestadas rutas migratorias cada vez más peligrosas, lo que lleva a mayores riesgos de violaciones de derechos humanos.
La revocación de esta ley, que se produjo pocos meses después del golpe de Estado del 26 de julio que derrocó al presidente Mohamed Bazoum, no hará más que acentuar las crecientes tensiones políticas entre el país de África occidental y los países de la UE.
Los países occidentales y europeos impusieron fuertes sanciones a Níger en respuesta al golpe, pero en lugar de disuadir a los líderes de la junta, estas sanciones provocaron dificultades económicas para los nigerinos.
Sin embargo, cabe señalar que esta decisión de revocar la ley plantea interrogantes y preocupaciones sobre el impacto en la lucha contra el tráfico de migrantes. Es esencial que Níger implemente medidas alternativas efectivas para luchar contra este flagelo y proteger los derechos de los migrantes. La cooperación entre Níger, la UE y otros actores internacionales será crucial para encontrar soluciones duraderas a este complejo problema.