En las noticias recientes en la República Democrática del Congo (RDC), el juicio del periodista Stanis Bujakera sigue atrayendo la atención. De hecho, su próxima audiencia está prevista para el 22 de diciembre y sus abogados han vuelto a solicitar su libertad provisional, alegando la presunción de inocencia y la colaboración de su cliente con la justicia.
Stanis Bujakera, subdirector de publicación de Actualité.cd, corresponsal de Reuters y Jeune Afrique, está acusado de haber fabricado una nota atribuida a la Agencia Nacional de Inteligencia (ANR) sobre el asesinato del diputado Cherubin Okende. Lleva casi tres meses detenido.
Durante la última audiencia, los abogados de Stanis Bujakera propusieron a dos peritos independientes para realizar un segundo dictamen sobre los elementos presentados por el Ministerio Público. En efecto, este último afirma tener pruebas que indican que el periodista falsificó el documento atribuido a la ANR, reproduciendo el sello de los Servicios de Seguridad e imitando la firma de un funcionario de la institución.
El fiscal también afirmó haber identificado una dirección IP vinculada al teléfono de Stanis en el momento de la transferencia del documento a otras personas, gracias a las investigaciones policiales. Sin embargo, la petición de la defensa de proponer sus propios peritos fue rechazada por el tribunal, que prefirió nombrar a su propio perito, que resulta ser un secretario judicial. Esto generó dudas sobre sus habilidades e imparcialidad.
Durante la audiencia del 1 de diciembre, el tribunal no presentó a este perito, simplemente indicó que se encontraba trabajando en el expediente. La defensa expresó su asombro por esta ausencia y cuestionó el conocimiento y la objetividad del perito designado por el tribunal.
Este último tiene hasta el 22 de diciembre para presentar su informe. Mientras tanto, los abogados de Stanis Bujakera han vuelto a presentar una solicitud de libertad provisional y el tribunal tiene 48 horas para responder.
Por tanto, este juicio sigue planteando interrogantes y objeciones por parte de la defensa, que busca demostrar la inocencia de su cliente. La continuación de los acontecimientos sigue siendo incierta, pero una cosa es segura: el caso del periodista Stanis Bujakera representa una cuestión importante para la libertad de prensa en la República Democrática del Congo y merece toda nuestra atención.