Las calles de Bunia fueron recientemente escenario de una tumultuosa manifestación, tras el trágico asesinato de un taxista perpetrado por bandidos armados. De hecho, desde principios de año, la ciudad ha sido escenario de una serie de actos de violencia mortales que han costado la vida a al menos ocho personas, según el presidente de la comunidad de Yira.
El último incidente tuvo lugar la semana pasada, cuando el taxista fue asesinado a tiros en el distrito de Sukisa 2. En respuesta, jóvenes enojados irrumpieron en las calles de la ciudad, perturbando las actividades económicas y expresando su frustración por la creciente inseguridad en la región.
Reagan Kambale, presidente de la comunidad Yira, expresó con vehemencia la necesidad de que las autoridades garanticen la seguridad de los ciudadanos: “El papel del Estado es garantizar la seguridad de las personas y de sus bienes. Todos merecemos ser protegidos”, afirmó. Por su parte, el gobernador de Ituri, el teniente general Johnny Luboya, aseguró que se estaban realizando investigaciones para identificar y aprehender a los responsables de estos atroces actos.
El gobernador también destacó el fortalecimiento de los patrullajes policiales y militares en la región para evitar nuevos actos de violencia. A pesar de la intervención de la policía para dispersar a los manifestantes, la tensión sigue siendo palpable en Bunia y se invita a la población a mantener la calma y confiar en los servicios de seguridad.
Este trágico episodio pone de relieve la urgente necesidad de fortalecer la seguridad en la región y hacer frente a la ola de violencia que amenaza a la población. Es crucial que las autoridades tomen medidas concretas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y poner fin a la impunidad de los criminales que azotan la región.