Las recientes inundaciones en Dima Lumbu, Bandundu, han sumido a la región en una devastadora crisis humanitaria. Una semana después del desastre, las víctimas se encontraban sin asistencia y viviendo en condiciones precarias. La organización sin fines de lucro Comunidad de Amigos de la Naturaleza y la Cultura (CANACU) ha alertado de la crítica situación en la que se encuentran más de 450 hogares afectados por las inundaciones.
Sobre el terreno, los resultados son alarmantes. Todas las instalaciones higiénicas fueron arrasadas, lo que obligó a los residentes a utilizar agua estancada para sus necesidades diarias. Infraestructuras críticas como bombas de pozo, centros de salud, escuelas e incluso hospitales de maternidad han resultado gravemente dañadas, dejando a la población sin recursos. Las escuelas sirven ahora de refugio para las víctimas, que tuvieron que abandonar sus hogares destruidos.
El coordinador de CANACU, Damien Bungu, denuncia la falta de respuesta de las autoridades ante esta crisis. Destaca la falta de intervenciones concretas para ayudar a las poblaciones afectadas, obligadas a huir a la localidad de Bandundu en busca de refugio temporal. Las precarias condiciones de vida y la falta de asistencia médica y alimentaria ponen en peligro la salud y la seguridad de las víctimas, que se ven abandonadas a su suerte.
Ante esta dramática situación, la Comunidad de Jóvenes Líderes pide la movilización de los cargos electos locales para responder urgentemente a las necesidades de las víctimas del desastre. Los daños materiales son considerables, con decenas de casas, escuelas, iglesias y centros de salud destruidos por las aguas. Más de 800 personas se ven directamente afectadas por este desastre y su desesperación es palpable.
Es esencial que las autoridades adopten medidas concretas para ayudar a las poblaciones afectadas, reconstruir la infraestructura dañada y prevenir nuevos desastres. La solidaridad y el compromiso de todos son necesarios para superar esta crisis humanitaria y permitir que los afectados regresen a una vida digna y segura.