La situación humanitaria en la región de Lac Vert, al oeste de la ciudad de Goma, preocupa mucho a las autoridades locales. De hecho, más de 2.000 hogares desplazados llevan varios días acudiendo en masa a diferentes lugares de alojamiento en esta zona, huyendo de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad nacionales y los rebeldes del M23. Estas poblaciones vulnerables, originarias de los territorios de Masisi y Kalehe, viven en extrema precariedad, careciendo de todo y enfrentándose a condiciones insalubres y peligrosas.
El jefe del distrito de Lac Vert, Dedesi Mitima, lanza un grito de angustia pidiendo atención humanitaria urgente para estas personas desplazadas. Las condiciones de vida en los lugares de alojamiento son alarmantes, registrándose casos de asfixia debido a la promiscuidad y la falta de organización. Los desplazados no tienen acceso a alimentos, refugio ni mantas, y su vida diaria está marcada por la miseria y la vulnerabilidad.
Ante esta situación crítica, Dedesi Mitima hace un llamado a los trabajadores humanitarios, al gobierno y a la solidaridad de todos. Subraya la urgencia de una intervención para evitar un empeoramiento de los problemas sanitarios y humanitarios en la región. Además, invita a la población a solidarizarse con estos desplazados y aboga por la construcción de la paz en esta parte de la República Democrática del Congo.
Esta situación pone de relieve la necesidad de una acción rápida y coordinada para satisfacer las necesidades de los desplazados y garantizar su seguridad y bienestar. Es esencial que los actores humanitarios, las autoridades gubernamentales y la sociedad civil unan fuerzas para brindar una respuesta adecuada a esta crisis humanitaria. La solidaridad y el compromiso de todos son esenciales para superar los desafíos que enfrentan estas personas desplazadas y contribuir a la construcción de una paz duradera en la región.