El gobierno egipcio anunció recientemente un plan para eliminar gradualmente los subsidios a la electricidad durante un período de cuatro años. Esta decisión, revelada por el portavoz del gabinete egipcio, Mohamed al-Hommosany, tiene como objetivo aliviar la importante carga financiera que estos subsidios representan para el Estado.
En una entrevista telefónica con el canal de televisión por satélite al-Mehwar, al-Hommosany subrayó que Egipto soporta cargas considerables relacionadas con los subsidios a la electricidad. Para reducir gradualmente estas subvenciones y las de los combustibles y productos petrolíferos de aquí a finales de 2025, el Gobierno ha puesto en marcha un plan. Dijo que el diésel quedaría excluido del plan de eliminación de subsidios.
En cuanto a las subvenciones al pan, el portavoz del Gabinete confirmó que Egipto produce anualmente 100 mil millones de panes subvencionados, que se venden a sólo cinco piastras cada uno. Esto representa unos ingresos totales de cinco mil millones de libras egipcias, mientras que el coste de producir una barra de pan asciende a 1,25 libras, lo que constituye una carga financiera importante para el presupuesto estatal.
Al-Hommosany aseguró que el aumento sería mínimo y no afectaría a los ciudadanos. «El aumento será limitado, tal vez sólo unas pocas piastras», afirmó, «y cubrirá, aunque sea parcialmente, los importantes costes de las subvenciones».
También reveló que el gobierno está considerando reemplazar el apoyo a los productos básicos con ayuda en efectivo, como parte de su reforma de los subsidios para garantizar un mejor uso de los recursos públicos.
Este anuncio marca un paso significativo en la política económica de Egipto, encaminada a reducir gradualmente los subsidios y fortalecer la estabilidad financiera del país. El objetivo es garantizar una gestión más eficiente del gasto público y al mismo tiempo mitigar el impacto sobre los ciudadanos.