Fatshimetrie, 3 de julio de 2024 – La colaboración entre la Iglesia católica y el gobierno provincial del Bajo Uélé ofrece perspectivas de esperanza para el desarrollo de esta región situada en el noreste del país. Durante una reciente reunión entre el gobernador provincial, Mike-David Mokeni Amisi, y el nuevo obispo de Buta, monseñor Martin Banga Ayanyaki, se subrayó la necesidad de unir esfuerzos para superar los grandes desafíos que enfrenta la región.
De hecho, el desarrollo del Bajo Uélé requiere una acción concertada en cuestiones esenciales como la infraestructura vial, el acceso a la electricidad y al agua potable. El llamamiento del gobierno provincial a la Iglesia católica para que participe activamente en este ambicioso programa de desarrollo pone de relieve la importancia de la cooperación entre las instituciones públicas y religiosas para el bienestar de la población.
La Iglesia católica, a través del obispo Martin Banga Ayanyaki, se compromete a apoyar a la autoridad provincial en la implementación de su mandato. Esta colaboración demuestra el deseo común de promover la cohesión social y trabajar juntos para abordar los desafíos que obstaculizan el progreso de la región.
Al enfatizar la necesidad de formar un gobierno de cohesión social, el gobernador Mike-David Mokeni Amisi demuestra su deseo de integrar a todas las partes interesadas en el proceso de toma de decisiones. De hecho, la consulta con diferentes partes interesadas locales, incluidos partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, es esencial para establecer prioridades claras y definir una hoja de ruta coherente para el desarrollo del Bajo Uélé.
Este enfoque inclusivo es una señal positiva para el futuro de la provincia, porque reúne las energías y habilidades necesarias para enfrentar los desafíos económicos, sociales y ambientales que enfrenta la región. Apoyándose en la riqueza de su diversidad y promoviendo la colaboración entre los diferentes actores, Bajo Uélé puede vislumbrar un futuro más prometedor y próspero para toda su población.
En conclusión, la colaboración entre la Iglesia católica y el gobierno provincial del Bajo Uélé abre nuevas perspectivas para el desarrollo sostenible de la región. Al unir sus esfuerzos y promover un enfoque participativo e inclusivo, los actores locales pueden contribuir significativamente a mejorar las condiciones de vida de los residentes y construir una sociedad más justa y próspera para todos.