Fatshimetría, 10 de julio de 2024
La próxima semana tendrá lugar en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, el entierro de la señora Lili Migabo, cónsul general honoraria de la República Democrática del Congo en Tanzania. Este trágico suceso estuvo motivado por las secuelas de un accidente de tráfico ocurrido en Kinshasa y que acabó con la vida de esta notable figura.
La Sra. Lili Migabo dejó un legado valioso: no solo se desempeñó como Cónsul General Honorario en Tanzania, sino que también dirigió la Compañía Nacional de Seguros (Sonas) en la década de 1990 en la República Democrática del Congo. Originaria de la provincia de Kivu del Sur, fue una de las primeras activistas de la AFDL, un movimiento político y militar liderado por Laurent Désiré Kabila que derrocó al mariscal Mobutu en 1997.
La noticia de su muerte conmovió profundamente a su familia, a las autoridades públicas y a toda la comunidad congoleña. Espérance Migabo, su hermana mayor, destacó la importancia de rendir homenaje a quien dedicó su vida al servicio de su país y de su comunidad. El duelo de la señora Lili Migabo se observa con respeto y contemplación en la avenida Kasamvu de Bandalungwa, en el corazón de Kinshasa.
Este trágico acontecimiento nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de honrar la memoria de quienes contribuyeron a la construcción de la nación. El entierro de la señora Lili Migabo será una oportunidad para que la nación congoleña reflexione y recuerde a una mujer excepcional, cuyo compromiso y dedicación han marcado a generaciones enteras.
En estos momentos de duelo, la unidad y la solidaridad de la población congoleña son más necesarias que nunca. El fallecimiento de la Sra. Lili Migabo deja un enorme vacío, pero su legado perdurará a través de los valores que encarnó y las acciones que tomó a lo largo de su vida. Su contribución a la construcción de un Congo mejor será recordada e inspirará a las generaciones futuras a continuar con su ejemplo de dedicación y valentía.
El entierro de Lili Migabo será, pues, un momento de contemplación y reflexión para toda la nación congoleña, una oportunidad para celebrar una vida dedicada al servicio de su país y rendir un último homenaje a una mujer excepcional. Y a todos nosotros, nos recuerda la importancia de apreciar cada momento de nuestra existencia y dedicar nuestro tiempo a acciones que dejarán una huella positiva en este mundo en constante cambio.