En noticias recientes, una serie de movimientos políticos y geopolíticos están planteando preguntas cruciales sobre el futuro de la nación nigeriana. El llamamiento de los Patriotas al Presidente Bola Ahmed Tinubu para que convocara una conferencia constitucional, la iniciativa del Dr. Umar Ardo y sus partidarios de crear una liga democrática destinada a reinventar política y económicamente el Norte, así como las reacciones del Foro del Cinturón Medio contra esta liga , constituyen maniobras inteligentes en una lucha de poder para debilitar o fortalecer la influencia del Norte en la política nigeriana.
Miembros de los Patriotas como el Dr. Bitrus Pogu y el Dr. Sunday Jonathan Akuns han criticado duramente la noción de unidad del Norte, denunciando el gobierno indirecto como el principal problema de las minorías del Norte, haciéndolas así vulnerables a la manipulación y explotación por parte de los califas de Sokoto y los Mais de Borno. El Presidente del Foro del Cinturón Medio, Dr. Bitrus Pogu, también pidió la adopción de una constitución democrática popular con una agenda política destinada a reestructurar la nación en tres regiones distintas: el Norte, el Cinturón Medio y el Sur, basándose en la informe de la Conferencia Constitucional de 2014 como base de la nueva constitución, que probablemente promoverá la paz y el desarrollo.
Esta convergencia de puntos de vista entre los patriotas y los líderes minoritarios del Norte no puede ser resultado del azar. Lo más probable es que se trate de una estrategia geopolítica destinada a debilitar al Norte. Pero la pregunta esencial es si el Norte es verdaderamente monolítico. La historia muestra que el Norte nunca ha sido un bloque monolítico. Esta diversidad ha impulsado movimientos de disidencia contra el poder central y ha llevado a la creación de partidos políticos regionales como el NEPU. Además, el ataque constante al gobierno indirecto como fuente de división dentro del Norte pasa por alto a los verdaderos responsables de manipular las líneas étnicas y religiosas con fines políticos.
Es importante reconocer que toda constitución tiene fallas y que la Constitución de Nigeria de 1999, aunque perfectible, proporciona mecanismos de autocorrección para permitir que la nación progrese. La historia también muestra que el intento de escisión del Medio Oeste de la Región Occidental en la década de 1960 tuvo consecuencias trágicas para ciertos actores políticos. De manera similar, la reciente reestructuración propuesta en tres regiones distintas podría tener implicaciones imprevistas para el Norte. Es crucial considerar todos los aspectos y evitar decisiones apresuradas que podrían aumentar las tensiones regionales.
En última instancia, la geopolítica en Nigeria es compleja y está sujeta a juegos de poder que pueden tener profundas consecuencias para la unidad nacional.. Es esencial que los actores políticos y las diferentes regiones trabajen juntos para encontrar soluciones inclusivas y sostenibles que promuevan el desarrollo y la estabilidad de todo el país.