**Fatshimetrie: El duelo entre Harris y Trump en Filadelfia**
El esperado encuentro entre Kamala Harris y Donald Trump en Filadelfia ha desencadenado una tormenta de emociones y reacciones en Estados Unidos y en todo el mundo. El debate, transmitido por ABC, reveló marcados contrastes entre los dos candidatos presidenciales, brindando a los espectadores una visión crucial de la campaña electoral en curso.
Desde el comienzo del evento, el ambiente fue eléctrico, marcado por un apretón de manos torpemente extendido. Afortunadamente, gracias a que la gestión del micrófono limitó las interrupciones, la discusión pudo progresar con relativa fluidez. Los moderadores interrogaron a los candidatos sobre una variedad de temas candentes como la economía, el aborto, el cambio climático y la política exterior, incluidos los conflictos Rusia-Ucrania e Israel-Hamás.
Kamala Harris centró sus comentarios iniciales en la economía, mientras que Donald Trump a menudo se desvió hacia la inmigración y difundió teorías de conspiración. El debate se acaloró durante un tenso intercambio sobre la cuestión del aborto, con Harris denunciando las dramáticas consecuencias para las mujeres y Trump evitando responder a una pregunta sobre una prohibición nacional de la práctica.
El intercambio en el Centro Nacional de la Constitución estuvo marcado por declaraciones falsas y engañosas, en particular sobre el crecimiento del empleo y una afirmación infundada sobre los inmigrantes haitianos. Había mucho en juego para los dos candidatos que debían convencer al público unas semanas antes de las elecciones.
Kamala Harris, que llegó tarde a la carrera, aún tenía que validar su candidatura ante los votantes. Por su parte, los partidarios de Trump esperaban que se mantuviera firme en su mensaje y cambiara una campaña vacilante.
El debate sería quizás el único enfrentamiento importante televisado antes de la votación de noviembre, dando a Harris y Trump la oportunidad de exponer sus argumentos ante millones de espectadores. La recién nominada candidata demócrata expresó su satisfacción tras una actuación segura que desestabilizó a su rival republicano.
«Creemos que es un buen día. Pero nos quedan 56 días. Y, francamente, todavía somos los perdedores en esta carrera. Está reñida», dijo Harris a sus seguidores. «Creemos en quiénes somos. Creemos en el pueblo estadounidense. Esta campaña trata de unir a la gente, reconociendo que la gran mayoría de nosotros tenemos más en común que diferencias».
A pesar de las escandalosas e incorrectas afirmaciones de Trump durante el debate, Trump confiaba en su desempeño. «Sólo digo la verdad. No importa si pierdo o gano votos. No me importa. Pero fue mi mejor debate. Pensé que fue muy bueno. Pensé que ella era muy débil en política exterior.. Estaba muy débil en las fronteras”, dijo a los periodistas.
La campaña de Harris pidió inmediatamente un segundo debate contra Trump, solicitud rechazada por Trump, quien dijo que buscaba una revancha porque «perdió».
En este debate potencialmente decisivo, los dos candidatos esbozaron visiones marcadamente divergentes para el futuro de Estados Unidos, dejando a los votantes con opciones cruciales para el futuro de su país.
En un clima político tan tenso y polarizado, el debate entre Kamala Harris y Donald Trump ciertamente quedará grabado en la historia política estadounidense, generando preguntas, debates y convicciones dentro de la sociedad.