Fatshimetrie, 21 de septiembre de 2024 (ACP).– La ciudad de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, fue recientemente escenario de una iniciativa ciudadana de gran importancia: una caminata de sensibilización sobre la recogida de residuos. Bajo la dirección del gobernador Daniel Bumba, los habitantes de la capital congoleña fueron invitados a invertir en la preservación de su medio ambiente y de su entorno de vida.
Esta iniciativa, que se enmarca en el día mundial de la limpieza, tiene como objetivo movilizar a la población en torno a la cuestión crucial del saneamiento en la ciudad. De hecho, Kinshasa produce una cantidad importante de residuos que afectan no sólo a la estética de la ciudad, sino también a la salud pública de sus habitantes. En este sentido, el Gobernador Bumba subrayó la importancia de hacer de este enfoque un compromiso permanente, involucrando a todos los barrios y municipios de la ciudad.
Más allá de la implicación de los ciudadanos, el gobernador también pidió a las empresas privadas que trabajan en Kinshasa que participen en este esfuerzo colectivo. Embelleciendo la fachada de sus oficinas centrales y contribuyendo así a la limpieza de la ciudad, estas empresas podrían desempeñar un papel esencial en la transformación de Kinshasa en una ciudad más limpia y agradable para vivir.
Esta caminata de sensibilización, iniciada por las embajadas de Suecia y Países Bajos en colaboración con otras representaciones diplomáticas, reunió a un gran número de autoridades y personalidades de la capital congoleña. Ministros provinciales, agentes de policía, responsables de la administración urbana y alcaldes se han movilizado para dar ejemplo y animar a la población a implicarse activamente en la preservación del medio ambiente.
En resumen, esta marcha de sensibilización sobre la recogida de residuos en Kinshasa demuestra la voluntad de las autoridades y de los ciudadanos de transformar la ciudad en un lugar limpio, acogedor y respetuoso con el medio ambiente. Trabajando juntos, colectiva y continuamente, Kinshasa podrá recuperar su esplendor y convertirse en un ejemplo en términos de preservación del medio ambiente para las generaciones futuras. ACP/JF