El territorio de Beni, situado en la frontera con Uganda, es escenario de una delicada situación monetaria que plantea importantes problemas económicos y políticos. De hecho, la moneda ugandesa, el chelín, reemplaza inesperadamente al franco congoleño en las transacciones diarias de la población de Watalinga, una jefatura de esta región sin salida al mar.
Esta medida adoptada por el administrador territorial, coronel Ehuta Omeonga, provocó diversas reacciones entre la población local. Si el coronel pidió a los residentes que favorecieran el uso del franco congoleño, parece que la realidad sobre el terreno es mucho más compleja. De hecho, la dependencia económica de Watalinga de Uganda es tal que la moneda ugandesa es en gran medida predominante, en detrimento del franco congoleño.
La sociedad civil de la región se ha pronunciado sobre esta situación sin precedentes, destacando las dificultades que encuentran los residentes para cumplir con la medida impuesta. Odette Zawadi, presidenta de la sociedad civil local, destaca el carácter sin salida al mar de la región y su impacto en el comercio con Uganda. Revela que algunos residentes nunca han tenido la oportunidad de manejar un billete de franco congoleño en toda su vida, lo que demuestra el profundo arraigo de la moneda ugandesa en su vida cotidiana.
La cuestión que se plantea ahora es la de establecer estructuras financieras adecuadas para promover el uso del franco congoleño en la región. El llamamiento lanzado por el presidente de la sociedad civil para abrir la región y facilitar la circulación de la moneda nacional es esencial para garantizar una transición fluida hacia el uso del franco congoleño como moneda principal.
Este caso destaca los desafíos que enfrentan las regiones sin litoral de la República Democrática del Congo y subraya la importancia de una política monetaria adaptada a estas realidades locales. Al subrayar la urgencia de encontrar soluciones concretas para garantizar la transición al uso del franco congoleño, las autoridades locales y nacionales podrían contribuir a fortalecer la economía y la estabilidad financiera de estos territorios remotos.