Revelación de los archivos sobre la masacre de Thiaroye: hacia una verdad largamente enterrada


El reciente reconocimiento por parte de Francia de la masacre ocurrida el 1 de diciembre de 1944 en el campo militar de Thiaroye, después de casi 80 años de negación, ha provocado reacciones contrastantes. Este gesto tan esperado fue aplaudido por el presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye, pero plantea interrogantes en el comité de conmemoración encargado de eliminar las zonas grises que rodean esta tragedia histórica.

El historiador Mamadou Diouf, presidente del comité, expresa cierta reserva ante este reconocimiento tardío. Para él, era innegable desde 1944 que esta masacre había tenido lugar, y Francia no puede ahora ignorar esta realidad. Insistió en la necesidad de arrojar luz sobre los acontecimientos de aquel oscuro día de diciembre de 1944, declarando durante una rueda de prensa que lo que importa por encima de todo es la verdad.

El trabajo del comité, formado por seis historiadores y un documentalista, sacó a la luz nuevos descubrimientos. Los archivos franceses han revelado los certificados de defunción de fusileros africanos que murieron en el hospital de Dakar entre finales de 1944 y principios de 1945. Este hallazgo sin precedentes abre nuevas perspectivas para comprender la tragedia de Thiaroye. El historiador Rokhaya Fall, miembro del comité, destaca la importancia de seguir un enfoque diferente para desenterrar estos preciosos documentos enterrados en los vericuetos de la historia.

Sin embargo, es prematuro sacar conclusiones apresuradas. El trabajo del equipo de historiadores está lejos de estar completo y llevará tiempo recopilar todos sus hallazgos y conclusiones. El próximo mes de marzo debería presentarse a las autoridades senegalesas un libro blanco que refleje la suma de sus investigaciones y reflexiones.

Esta revelación de los archivos y la salida a la luz de nuevos elementos permiten una mejor comprensión y contextualización de la masacre de Thiaroye. Este es un paso importante hacia el reconocimiento de esta tragedia oculta durante mucho tiempo y un importante paso adelante hacia la verdad y la justicia para las víctimas de este crimen colonial. En un momento en el que la memoria histórica y la búsqueda de la verdad son más relevantes que nunca, la luz arrojada sobre Thiaroye es un recordatorio esencial de la importancia de la justicia y la reparación por los crímenes del pasado.

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